Pas De Justice Pas De Paix - La Rumeur

Voici les cadavres qu’la police ne veut pas voir

Dissimulés au soir sous la pénombre d’un dépotoir

Un sacré beau paquet de dépouilles empilées

Ça fait des monceaux de têtes renversées

Les yeux et la bouche en cendres

Ça coule, de grandes flaques rouges hérissées

De mains crispées qui cherchent encore à comprendre

Mais pas de lueurs pour les cafards a répondu l’ordre

Et le sang sèche et vire au noir à l’abri des mémoires

Dans l’silence qu’il faut croire complice des gyrophares

Des porcs armés aux trousses qui d’une balle plongent la course

Dans l’caniveau du non-lieu, où un juge nettoie les lieux

Et sans bruit, sans cri se referme alors un de ces casiers métalliques de

l’oubli, du déni

L’infamie en robe de magistrat, la sainte loi

Le droit bourgeois sur le front des victimes d'état distribue les crachats

Une rumeur provient du bas, échappe au brouhaha

On entend alors clamer: «pas de justice, pas d’paix «Ni les barricades éteintes sur des chemins recouverts

De milles éclats de verre

Où fument les carcasses éventrées de voitures calcinées, ni la colère privée

d’ailes

Ni l’désespoir tout au bout des pierres et des cocktails

Balancés à genoux, ni les barres de fer tordues

Sur les boucliers de l’ordre gonflés de noirs et d’opprobre

Ni les horizons barrés par les corbeaux et les hyènes

Ni tous ces rêves aspergés de gaz lacrymogène

Ni les gerbes fanées aux pieds des portraits assassinés

Ni les phrases amères que mâchent de trop vieux patriarches

Usés par la chaîne, par le mépris et le temps

Ni les larmes acides des mères

Ni la sueur ni le sang de la classe ouvrière

Rien n’se perd.

rien n’se perd, tout s’transforme

Et le brasier crépite, et le brasier crépite

Et votre putain de temple n’attend plus qu’on l’dynamite

Une rumeur provient du bas, échappe au brouhaha

On entend alors clamer: «pas de justice, pas d’paix »

Aquí están los cadáveres que la policía no quiere ver

Escondido en la noche bajo la oscuridad de un vertedero

Un maldito buen montón de botín amontonado

Eso es un montón de cabezas echadas hacia atrás

Ojos y boca a cenizas

Está fluyendo, grandes charcos rojos puntiagudos

De manos apretadas que aún buscan entender

Pero no hay luces para las cucarachas respondió a la orden

Y la sangre se seca y se vuelve negra al abrigo de los recuerdos

En el silencio que hay que creer es cómplice de las luces intermitentes

Puercos armados pisándoles los talones que de bala hunden la carrera

En la cuneta del despido, donde un juez limpia el lugar

Y sin ruido, sin gritar, una de esas taquillas metálicas de

olvido, negación

Infamia en la túnica de un magistrado, la ley santa

La derecha burguesa en el frente de las victimas de estado reparte el escupitajo

Un rumor viene de abajo, se escapa del alboroto

Oímos entonces el grito: "sin justicia no hay paz" Ni las barricadas apagadas en los caminos tapados

De mil fragmentos de vidrio

Donde los cadáveres destripados de autos carbonizados humean, ni la ira privada

de alas

Ni la desesperación al final de las piedras y los cócteles.

Columpiándome de rodillas, ni las barras de hierro retorcidas

Sobre los escudos del orden hinchados de negro y oprobio

Ni horizontes cerrados por cuervos y hienas

Ni todos esos sueños rociados con gas lacrimógeno

Ni las gavillas marchitas a los pies de los retratos asesinados

Ni las frases amargas masticadas por patriarcas demasiado viejos

Usado por la cadena, por el desprecio y por el tiempo

Ni las lágrimas amargas de las madres

Ni el sudor ni la sangre de la clase obrera

Nada se pierde.

nada se pierde todo se transforma

Y el fuego crepita, y el fuego crepita

Y tu maldito templo está esperando a ser dinamitado

Un rumor viene de abajo, se escapa del alboroto

Entonces escuchamos el grito: "sin justicia no hay paz"