Tabula Rasa - Venerea

You begin to wear me out, I feel like crossbones to you skull

Your stupidity blinds me, your so-called brilliance is so dull

You’re living life by proxy as your mind contracts

Too 2dimensional for backgrounds, too scared to see the life of facts

You callect emotions like the stamps of your youth

Then pass out in the gutter with your gin and Vermouth

You lie with the windfalls although you’re unripe

Saying: «Idon't care about the green «You know you ain’t

Got the guts, «maaan» But you pretend to have the spleen

While playing memory with your feelings

And hide-and-seek with your thoughts

Accusing others of sell-out, saying you can’t be bought

While I nreality, you ain’t got nothing to sell

Your Chines fawcet’s open, but there’s nothing in the well

You’re a tabula rasa, you’re an empty page

You get through life like you get through a book

Been there, done that, Mr Jones?

The last chapter has ended, still you’re as blank a page

A page as white as your bones

Empiezas a agotarme, me siento como tibias cruzadas para tu cráneo

Tu estupidez me ciega, tu supuesta brillantez es tan aburrida

Estás viviendo la vida por poder mientras tu mente se contrae

Demasiado bidimensional para los fondos, demasiado asustado para ver la vida de los hechos

Llamas emociones como los sellos de tu juventud

Luego te desmayas en la cuneta con tu ginebra y vermú

Te acuestas con las ganancias inesperadas aunque no estás maduro

Diciendo: "No me importa el verde" Sabes que no lo eres

Tengo las agallas, «maaan» Pero pretendes tener el bazo

Mientras juegas a la memoria con tus sentimientos

Y al escondite con tus pensamientos

Acusar a otros de venderse, diciendo que no puede ser comprado

Mientras que en realidad, no tienes nada que vender

El grifo de tu lomo está abierto, pero no hay nada en el pozo

Eres una tabula rasa, eres una página vacía

Pasas por la vida como pasas por un libro

¿Estuvo allí, hizo eso, Sr. Jones?

El último capítulo ha terminado, todavía estás en blanco como una página

Una página tan blanca como tus huesos