Песня о родине - Александр Башлачёв, Святослав Задерий

Говорила о нем так, что даже чесался язык.

Не артист знаменитый, конечно, но очень похожий.

Молодой, холостой, в общем, с виду хороший мужик.

Только как же, мужик ведь — какой он хороший?

Он к утру приходил на рогах и клонился как штык.

А она, уходя по утрам, укрывала рогожей.

И сегодня, шагая с работы, сказала: — Хороший мужик.

— Ой, да брось ты, мужик ведь — откуда хороший?

И пила свою чашу и горькую стопку до дна.

Только тем и ломила хребты с недоноскою ношей.

— Не сердись, ты хороший мужик, — утешала она.

И он думал: — Гляди-ка, мужик я, а все же хороший.

И на бранное ложе сходила как на пьедестал.

Лишь слегка задыхалась.

Да нет же!

Дышала как юная лошадь.

Ну, а он еще спал.

Жаль, конечно.

Да видно устал.

— Ну, а ты как хотела?

Мужик ведь — и сразу хороший.

Подметала свой пол белой ниткой да прям сквозь толстый ватин.

Чтоб не лечь натощак, до рассвета на кухне курила.

— Ты хороший мужик, — кружевами его паутин

Перепутала все, говорила и боготворила.

И однажды, сорвав ее швы да с изнанки судьбы —

Да клочками резина и вата, да клочьями кожа —

Он схватил и понес на руках, как на дыбу, поставил ее на дыбы.

Только крикнуть успела: — Мужик он и вправду хороший!

Не Варвара-краса, да не курица-Ряба.

Не артистка, конечно, но тоже совсем не проста.

Да Яга не Яга, лишь бы только хорошая баба.

И под мышку к ней влез и уснул, как за пазухой у Христа.

Холостые патроны да жены про всех заряжены.

Он по ней, как по вишне, поет над кудрявой ольхой.

Так и поняли все, что мужик он хороший.

Груженый.

Ну, а вы как хотели?

Мужик ведь — с чего бы плохой?

Hablaba de él de tal manera que hasta se rascaba la lengua.

No es un artista famoso, por supuesto, pero sí muy parecido.

Joven, soltero, en general, parece un buen hombre.

Pero cómo, el hombre, después de todo, ¿qué tan bueno es él?

Por la mañana vendría con cuernos y se inclinaría como una bayoneta.

Y ella, saliendo por las mañanas, la cubría con esteras.

Y hoy, caminando del trabajo, dijo: - Un buen hombre.

- Oh, vamos, hombre, después de todo - ¿Qué tan bueno es?

Y bebió su copa y amargo montón hasta el fondo.

Solo así rompió las crestas con la carga insoportable.

"No te enojes, eres un buen hombre", la consoló.

Y pensó: - Mira, soy un hombre, pero bueno.

Y descendió a la cama regañada como en un pedestal.

Solo estaba un poco sin aliento.

¡No!

Respiraba como un caballo joven.

Bueno, todavía estaba durmiendo.

Por supuesto que es triste.

Sí, puedes ver que está cansado.

- Bueno, ¿cómo querías?

El hombre es, después de todo, bueno.

Barrió el suelo con hilo blanco y atravesó la gruesa guata.

Para no acostarme con el estómago vacío, fumé en la cocina hasta el amanecer.

- Eres un buen hombre, - con el encaje de sus telarañas

Confundió todo, habló e idolatró.

Y un día, rasgando sus costuras y desde el interior del destino -

Sí, jirones de caucho y algodón, sí, jirones de cuero.

Lo agarró y lo cargó en brazos, como en un potro, lo puso sobre sus patas traseras.

Solo alcancé a gritar: “¡Él es realmente un buen hombre!”

No Varvara-belleza, pero no pollo-Ryaba.

No es un artista, por supuesto, pero tampoco es nada simple.

Sí, Yaga no es Yaga, aunque solo sea una buena mujer.

Y se subió bajo su brazo y se durmió, como en el seno de Cristo.

Los cartuchos de fogueo y las esposas están todos cargados.

Canta sobre él, como sobre una cereza, sobre un aliso rizado.

Entonces todos entendieron que era un buen hombre.

Cargado.

¿Bien, qué quieres?

Un hombre, después de todo, ¿por qué sería malo?