Whatever You Want - Vienna Teng

He’s a company man, your right hand, 13 years and counting.

No detectable ambition, a model of efficiency, far as you can see.

He knows every loophole, the art of fine print, massages the numbers 'til they

fit.

And every time you ask him for another vanishing act, he half-smiles as if to

say:

Whatever you want, whatever you want, whatever you want is fine by me.

Whatever you want, whatever you want, whatever you want is fine by me.

Never a real moment together but she understands: you’re an important man.

Another late night.

don’t know if you’re coming home or when.

she’s alone again.

But she goes on curating your domestic museum.

she disappears in her loyalty.

She is a dress wearing a face in the doorway, opening her arms out to you:

Whatever you want, whatever you want, whatever you want is fine by me.

Whatever you want, whatever you want, whatever you want is fine by me.

No one would dare to question you, oh no.

No one would dare to stand up.

But in the night she leaves the papers in a tiny pile: evidence for her reasons.

And in the night he takes the main accounts and pulls the files,

detailing every treason.

I am the last one you’d ever suspect of setting the fire, of setting the fire.

But as you switch on your TV tomorrow morning, you’ll hear me saying quietly:

Whatever you want, whatever you want, whatever you want is fine by me.

Whatever you want, whatever you want, whatever you want is fine by me.

Oh whatever you say, oh whatever you say:

I’ll do what you ask me, I’ll do what you ask me.

Oh whatever you say, oh whatever you say.

But do you know who’s listening?

Oh whatever you say, oh whatever you say,

You know it’s over!

Es un hombre de compañía, tu mano derecha, 13 años y contando.

Sin ambición detectable, un modelo de eficiencia, por lo que puedes ver.

Conoce todas las lagunas, el arte de la letra pequeña, masajea los números hasta que

encajar.

Y cada vez que le pides otro acto de desaparición, sonríe a medias como para

decir:

Lo que quieras, lo que quieras, lo que quieras está bien para mí.

Lo que quieras, lo que quieras, lo que quieras está bien para mí.

Nunca un momento real juntos, pero ella entiende: eres un hombre importante.

Otra tarde en la noche.

no sé si vuelves a casa o cuándo.

ella está sola otra vez.

Pero ella sigue curando tu museo doméstico.

ella desaparece en su lealtad.

Ella es un vestido con un rostro en la puerta, abriendo sus brazos para ti:

Lo que quieras, lo que quieras, lo que quieras está bien para mí.

Lo que quieras, lo que quieras, lo que quieras está bien para mí.

Nadie se atrevería a cuestionarte, oh no.

Nadie se atrevería a ponerse de pie.

Pero en la noche deja los papeles en una pequeña pila: evidencia de sus razones.

Y en la noche toma las cuentas principales y saca los archivos,

detallando cada traición.

Soy el último del que sospecharías que provocó el fuego, de provocar el fuego.

Pero cuando encienda su televisor mañana por la mañana, me escuchará decir en voz baja:

Lo que quieras, lo que quieras, lo que quieras está bien para mí.

Lo que quieras, lo que quieras, lo que quieras está bien para mí.

Oh, digas lo que digas, oh, digas lo que digas:

Haré lo que me pidas, haré lo que me pidas.

Ay lo que digas, ay lo que digas.

¿Pero sabes quién está escuchando?

Oh, digas lo que digas, oh, digas lo que digas,

¡Sabes que se acabó!