The Galloping Goucho - Stackridge

The Galloping Gaucho comes to town.

Riding like a demon vacquero,

Bought his horse for half a crown and called him Scar Faced Jock.

Battered Geetar on his back, poncho looking just like a lightshow.

All his welfare in a sack, he often travelled light,

He rode all through the night-

With a fleeting glance at a local dance and a cloud of dust in the morning.

The girls all stood and stared, intentions undeclared,

For a six foot drip with a plastic Whip he could not be compared.

The Galloping Gaucho hits the town,

Made a date with Los Paraguayos Dressed in a pin-striped suit of brown,

He wore his bowler hat.

Drinking wine and feeling fine when a dark hair girl appeared in a doorway,

Dressed in green like a gypsy queen, she looked like dynamite,

They rode all through the night.

With a fleeting glance at a local dance and a cloud of dust in the morning.

The boys all stood and stared,

Intentions undeclared,

For a brave Don Juan with a shakey hand he could not he compared.

The stack heeled cowboys in our town are apt to think -their demon vacqueros.

Dressed in pin-striped suits of brown they think that we’re uncool.

Shiny Geetars on their backs, make-up looking just like a lightshow.

Just avoiding Income Tax to get a little tight.

They ride all through the night,

With a far out glance at a local dance and a cloud of dust in the morning.

The girls all stood and stared.

intentions undeclared.

To a boss-eyed blade on his last crusade they could not be compared.

El Gaucho Galopante llega al pueblo.

Cabalgando como un demonio vacquero,

Compró su caballo por media corona y lo llamó Scar Faced Jock.

Geetar maltrecho boca arriba, poncho que parece un espectáculo de luces.

Todo su bienestar en un saco, a menudo viajaba ligero,

Cabalgó toda la noche-

Con una mirada fugaz a un baile local y una nube de polvo en la mañana.

Todas las chicas se pararon y miraron, intenciones no declaradas,

Para un goteo de seis pies con un látigo de plástico, no podía compararse.

El gaucho galopante golpea el pueblo,

Hizo una cita con Los Paraguayos Vestido con un traje marrón a rayas,

Llevaba su bombín.

Bebiendo vino y sintiéndome bien cuando una chica de cabello oscuro apareció en una puerta,

Vestida de verde como una reina gitana, parecía dinamita,

Cabalgaron toda la noche.

Con una mirada fugaz a un baile local y una nube de polvo en la mañana.

Todos los chicos se pararon y miraron,

intenciones no declaradas,

Para un valiente Don Juan con una mano temblorosa, él no podía compararse.

Los vaqueros con tacos apilados en nuestra ciudad son propensos a pensar: sus demonios vacqueros.

Vestidos con trajes a rayas marrones, piensan que no somos geniales.

Shiny Geetars en la espalda, maquillaje que parece un espectáculo de luces.

Solo evadir el impuesto sobre la renta para ponerse un poco apretado.

Cabalgan toda la noche,

Con una mirada lejana a un baile local y una nube de polvo en la mañana.

Todas las chicas se pararon y miraron.

intenciones no declaradas.

No podían compararse con una hoja de ojos de jefe en su última cruzada.