How The World Fell Under Darkness - The Protomen

[The movement started slowly at first, but soon

Expanded exponentially into every part of life.

The old

Commuter train that bore Light to his exile was bought

And the track scrapped and recycled to make way for a Shining electromagnetic bullet train.

Sleek and silver,

It tore through the city like a volt across a wire, and

As quickly as it moved, the city was transformed around

It.

Beneath the hammers of Wily’s new army of metal

Workmen, buildings were razed to the ground, leveled in A single morning.

New foundations were laid in the same

Afternoon.

Structures, metal frames piercing the

Clouds, were erected before nightfall.

Glass and steel

Wrapped the frames before the sun rose the next day.

Then the armies of machines would move onto the next

Task.

Never stopping.

Never slowing.

Never resting.

Morning after morning, the men and women of the city

Awoke to find a bright new world.

Everything was

Remade.

Made better.

Made brighter.

The streets were

Swept.

The undesirables, the homeless, the criminal

Element of the city, systematically vanished.

The single screen on top of the tower sent out signals

To the now hundreds of satellite screens.

The factories

Were fully automated.

The mines run entirely by Machine.

The men that found themselves suddenly living

Lives of leisure crowded the bars, slowly imbibing the

Generous severances they’d received, not so much as a Single I’ll word grumbled towards their replacements.

The city was a bright and shining beacon of light… a Steel-plated heaven.

Years passed.

A generation grew up within the metal arms that

Embraced the city.

The older generations never told

Them what the city looked like before the machines.

Why

Would they?

What good could come from telling the

Children of the type of dark, filthy, and dangerous

World that men create when left to their own devices?

That once men slaved away deep inside the earth,

Risking death for the sake of survival.

That once women

Left their children, still asleep in their beds, to Grind away mindless hours in the factories, sacrificing

Family to secure necessities.

This new world was so perfect that it seemed dangerous

To speak of the old world.

As if this new city, sprung

From a sea of darkness, was balanced on a single point,

Teetering on a crucial ignorance.

It seemed that any

Misstep, any wrong word, could topple the city, sinking

It back in the sea, that dark abyss of human suffering,

Leaving them with nothing.

After all, they were not the

Creators of this world.

They were merely the recipients

Of a gift.

A gift given to them by a single man and his

Countless steel hands.

And just as easily as it was

Given, couldn’t it be taken away?

An unspoken fear dangled above the heads of every man

And woman.

Keeping them silent.

Keeping them safe.

Even so, rumors started.

Ghost stories of a demon.

A Beast with a single red eye.

He that would pluck you

From your bed at night if you were found with a Dissenting word on your tongue.

Mothers told children

To stay close as they traveled through the streets,

Keep a smile on their faces, and never speak I’ll of the

Machines.

A generation grew up inside the metal hands that gently

Circled the neck of the city.

Some of them grew up Hating the city, fearing the machines.

There was one

Boy in particular.

His name was Joe.]

[El movimiento comenzó lentamente al principio, pero pronto

Expansión exponencial en cada parte de la vida.

El viejo

Se compra el tren de cercanías que llevaba la Luz al destierro

Y la vía se desechó y recicló para dar paso a un tren bala electromagnético Shining.

Elegante y plateado,

Atravesó la ciudad como un voltio a través de un cable, y

Tan rápido como se movía, la ciudad se transformaba alrededor

Eso.

Debajo de los martillos del nuevo ejército de metal de Wily

Obreros, los edificios fueron arrasados, arrasados ​​en una sola mañana.

Se pusieron nuevos cimientos en el mismo

Tarde.

Estructuras, marcos metálicos perforando el

Nubes, se erigieron antes del anochecer.

vidrio y acero

Envolvió los marcos antes de que saliera el sol al día siguiente.

Luego, los ejércitos de máquinas pasarían al siguiente

Tarea.

Nunca parar.

Nunca frenando.

Nunca descansando.

Mañana tras mañana, los hombres y mujeres de la ciudad

Desperté para encontrar un mundo nuevo y brillante.

Todo fue

rehecho

Hecho mejor.

Hecho más brillante.

Las calles estaban

barrido

Los indeseables, los sin techo, los criminales

Elemento de la ciudad, sistemáticamente desaparecido.

La pantalla única en la parte superior de la torre enviaba señales

Hasta ahora cientos de pantallas satélite.

Las fábricas

Estaban totalmente automatizados.

Las minas funcionan completamente con Machine.

Los hombres que de repente se encontraron viviendo

Vidas de ocio abarrotaron los bares, absorbiendo lentamente el

Las indemnizaciones generosas que habían recibido, ni siquiera una palabra de soltero, se quejaron hacia sus reemplazos.

La ciudad era un faro de luz brillante y resplandeciente... un cielo revestido de acero.

Años pasados.

Una generación creció entre los brazos de metal que

Abrazó la ciudad.

Las generaciones mayores nunca dijeron

Les contaron cómo era la ciudad antes de las máquinas.

Por qué

¿Lo harían?

¿Qué bien podría venir de decirle a la

Hijos del tipo de oscuro, sucio y peligroso

¿Mundo que los hombres crean cuando se les deja solos?

Que una vez los hombres se esclavizaron en lo profundo de la tierra,

Arriesgando la muerte por el bien de la supervivencia.

que una vez las mujeres

Dejaron a sus hijos, todavía dormidos en sus camas, para pasar horas sin sentido en las fábricas, sacrificando

Familia para asegurar las necesidades.

Este nuevo mundo era tan perfecto que parecía peligroso

Para hablar del viejo mundo.

Como si esta nueva ciudad, surgió

De un mar de tinieblas, se equilibró en un solo punto,

Vacilando en una ignorancia crucial.

Parecía que cualquier

Paso en falso, cualquier palabra equivocada, podría derribar la ciudad, hundirse

De vuelta en el mar, ese oscuro abismo del sufrimiento humano,

Dejándolos sin nada.

Después de todo, ellos no eran los

Creadores de este mundo.

Eran simplemente los destinatarios.

De un regalo.

Un regalo que les hizo un solo hombre y su

Innumerables manos de acero.

Y tan fácilmente como lo fue

Dado, ¿no podría ser quitado?

Un miedo tácito colgaba sobre las cabezas de cada hombre

y mujer

Manteniéndolos en silencio.

Manteniéndolos a salvo.

Aun así, comenzaron los rumores.

Historias de fantasmas de un demonio.

Una Bestia con un solo ojo rojo.

El que te arrancaría

De tu cama por la noche si te encontraran con una palabra en desacuerdo en tu lengua.

Las madres les dijeron a los niños

Para permanecer cerca mientras viajaban por las calles,

Mantén una sonrisa en sus rostros y nunca hables. Hablaré del

Máquinas.

Una generación creció dentro de las manos de metal que suavemente

Rodeó el cuello de la ciudad.

Algunos de ellos crecieron odiando la ciudad, temiendo a las máquinas.

había uno

Chico en particular.

Su nombre era Joe.]