Myrna Loy - Josh Ritter

Let me stay with you a while and tell old, old stories

Of your oft electric laughter and your charms

How you came out of Montana with a wolf pup at your heels

And a snow white rabbit huddled in your arms

In the darkness, in the darkness

In the darkness

Remember, hey, those Gold Rush days are the gold dust in the mud

From Main St. leading all the way to Alder

With sunset turned the color of a lover’s throated blush

And with moonrise, blazed some new and silver river

In the darkness, in the darkness

In the darkness

The minister was bloodless and the preachers were on fire

And mahātmās sang their love songs in nasturtiums

But if he, or they, or any of their masters called my name

I was in your holy temple and never heard them

In the darkness, in the darkness

In the darkness

Remember, hey, those Gold Rush days, some last chance ghost saloon

And you, and I, and all the miners watching

As shadows danced across a screen as quiet as the moon

Without sound if you’re resignifying all things

The whole town was alive that night as we floated down the street

Through fist fights, cowboy police, parlor women

And the light from the projector seemed to grow within your soul

Like an old bull-throated songbird in its prison

In the darkness, in the darkness

In the darkness

They’re tearing down the movies now, not a stone upon a stone

All dust is dust no matter how celestial

But I, who tasted hornet juice and honey on the rose

Would you survive for all their cold memorials?

Still every now and then sometimes when the night sky gets so bright

And no Bethlehem of stars could match its burning

I go out into the fields until I can feel you by my side

And my memory is a book of gold thrown open

And you rode a white horse, the queen of the harvest kissed your cheek

The boys all took one look and found that they could no longer speak

In the darkness, in the darkness

In the darkness

Déjame quedarme contigo un rato y contarte viejas historias

De tu risa a menudo eléctrica y tus encantos

Cómo saliste de Montana con un cachorro de lobo pisándote los talones

Y un conejo blanco como la nieve acurrucado en tus brazos

En la oscuridad, en la oscuridad

En la oscuridad

Recuerda, oye, esos días de la fiebre del oro son el polvo de oro en el barro

Desde Main St. hasta Alder

Con la puesta de sol se volvió del color del rubor de garganta de un amante

Y con la salida de la luna, ardió un río nuevo y plateado

En la oscuridad, en la oscuridad

En la oscuridad

El ministro no tuvo sangre y los predicadores estaban en llamas

Y los mahātmās cantaron sus canciones de amor en capuchinas

Pero si él, o ellos, o cualquiera de sus amos llamare mi nombre

Estuve en tu santo templo y nunca los escuché

En la oscuridad, en la oscuridad

En la oscuridad

Recuerda, oye, esos días de la fiebre del oro, un salón fantasma de última oportunidad

Y tú, yo y todos los mineros mirando

Mientras las sombras bailaban a través de una pantalla tan silenciosas como la luna

Sin sonido si estás resignificando todas las cosas

Toda la ciudad estaba viva esa noche mientras flotábamos por la calle

A través de peleas a puñetazos, policías vaqueros, mujeres de salón

Y la luz del proyector parecía crecer dentro de tu alma

Como un viejo pájaro cantor de garganta de toro en su prisión

En la oscuridad, en la oscuridad

En la oscuridad

Están derribando las películas ahora, no piedra sobre piedra

Todo el polvo es polvo sin importar cuán celestial

Pero yo, que probé jugo de avispa y miel en la rosa

¿Sobrevivirías a todos sus fríos memoriales?

Todavía de vez en cuando, cuando el cielo nocturno se vuelve tan brillante

Y ningún Belén de estrellas podría igualar su ardiente

salgo al campo hasta sentirte a mi lado

Y mi memoria es un libro de oro abierto

Y montaste un caballo blanco, la reina de la cosecha besó tu mejilla

Todos los chicos echaron un vistazo y descubrieron que ya no podían hablar.

En la oscuridad, en la oscuridad

En la oscuridad