Let All Mortal Flesh Keep Silence - Fernando Ortega

Let all mortal flesh keep silence, and with fear and trembling stand;

Ponder nothing earthly minded, For with blessing is His hand,

Christ our God to earth descendeth, Our full homage to demand.

King of Kings, Yet born of Mary, As of old earth He stood,

Lord of Lords, In human vesture, In the body and the blood;

He will give to all the faithful.

His own self for heavenly food.

Rank on rank the host of heaven spreads it’s vanguard on the way,

As Light of light descendeth from the realms of endless day,

That the powers of hell may vanish as the darkness clears away.

At His feet the six-winged seraph, Cherubim, With sleeples eye,

Veil their faces to His presence as with ceaseless voice they cry:

Alleluia!

Alleluia!

Alleluia!

Lord Most High!

Que toda carne mortal guarde silencio, y con temor y temblor permanezca en pie;

No pienses en nada de mente terrenal, porque con bendición es su mano,

Cristo nuestro Dios a la tierra desciende, Nuestro pleno homenaje a la demanda.

Rey de reyes, pero nacido de María, como de la tierra antigua se levantó,

Señor de Señores, En vestiduras humanas, En el cuerpo y la sangre;

Dará a todos los fieles.

Su propio yo para la comida celestial.

Rango tras rango, la hueste del cielo extiende su vanguardia en el camino,

Como la Luz de la luz desciende de los reinos del día sin fin,

Que los poderes del infierno se desvanezcan a medida que la oscuridad se disipa.

A sus pies el serafín de seis alas, Querubín, Con ojo dormido,

Cubra sus rostros a Su presencia mientras con voz incesante claman:

¡Aleluya!

¡Aleluya!

¡Aleluya!

¡Señor Altísimo!