Bad Jokes - Ceschi

He apologized to the folks in the back row who got splattered in blood at the

last show

He apologized for the spit and sweat that dripped off of his skin and his chest,

but none the less

He should have apologized for things that he never did when he should,

and things that he did when he shouldn’t

Of all those sins that gathered up to form a fifty foot dragon sleeping in a

labyrinth inside of his brain cavity stagnant

GG Allin threatened to blow out his brains on the stage, but when death day

came it was quiet and tame

And there’s the one about the girl in Berlin who jumped out a window when her

people convinced her suicide was performance

Bad jokes about bad people in bad bars make the bad worse and make the good

crash cars

So have you heard the one about the one man band?

I heard he sang like an angel before he hanged

So have you heard the one about the one man band, yes the one man band?

Yeah, I heard it…

But it’s too soon to laugh about his follies in the past

About the way that he got fat and couldn’t keep it in his pants

And I remember lies about five figure record deals

Headlining bills and lines when he tried to convince me everything was real

But it was a crying shame seeing him lye in pain after realizing the way he

wasted time and again

They dangled the prize in front of his tired eyes like arcade toy cranes with

no claws to play

He used to sing, «god damn another one of God’s bad jokes»

When he stabs and pokes at her last hopes

We were young once, we wrote songs about not giving a fuck, acting like we had

some guts

Laughing on a bar stool dumb, drunk, his one hand fiddled with some nuts while

the other held the mug

And every crease in his face was a fault line that looked like it had been

drawn there at the beginning of time

But he was only 45 when he died with no family left behind, just instruments

and a mic

And the story goes that he cried like a baby as he tied the noose waiting for

someone to come and save him

Se disculpó con las personas en la última fila que se salpicaron de sangre en el

último espectáculo

Se disculpó por la saliva y el sudor que goteaba de su piel y su pecho,

pero no obstante

Debió haberse disculpado por cosas que nunca hizo cuando debió,

y cosas que hizo cuando no debía

De todos esos pecados que se juntaron para formar un dragón de cincuenta pies durmiendo en un

laberinto dentro de su cavidad cerebral estancada

GG Allin amenazó con volarse los sesos en el escenario, pero cuando el día de la muerte

llegó fue tranquilo y manso

Y está el de la chica en Berlín que saltó por una ventana cuando su

la gente convenció de que su suicidio fue una actuación

Los chistes malos sobre gente mala en bares malos empeoran lo malo y hacen bueno

choque de autos

Entonces, ¿has escuchado el de la banda de un solo hombre?

Escuché que cantaba como un ángel antes de que lo colgaran.

Entonces, ¿has oído hablar de la banda de un solo hombre, sí, la banda de un solo hombre?

Sí, lo escuché...

Pero es demasiado pronto para reírse de sus locuras en el pasado.

Sobre la forma en que engordó y no pudo mantenerlo en sus pantalones

Y recuerdo mentiras sobre acuerdos discográficos de cinco cifras

Encabezando facturas y líneas cuando trató de convencerme de que todo era real

Pero fue una lástima vergonzoso verlo yacer dolorido después de darse cuenta de la forma en que

perdido una y otra vez

Colgaban el premio frente a sus ojos cansados ​​como grúas de juguete arcade con

sin garras para jugar

Solía ​​cantar, «maldita sea, otro de los chistes malos de Dios»

Cuando él apuñala y empuja sus últimas esperanzas

Éramos jóvenes una vez, escribimos canciones sobre que no nos importaba un carajo, actuando como si tuviéramos

algunas agallas

Riendo en un taburete de la barra, tonto, borracho, su mano jugueteaba con algunas nueces mientras

el otro sostenía la taza

Y cada pliegue en su rostro era una línea de falla que parecía haber sido

dibujado allí al principio de los tiempos

Pero solo tenía 45 años cuando murió sin familia, solo instrumentos.

y un micro

Y cuenta la historia que lloró como un bebé mientras ataba la soga esperando

alguien que venga y lo salve