After Death Premises - Carach Angren

Bewitching spheres I sense when the temperatures fall

Whilst dusk quickly devoures all light inside the Townshend’s hall

Ghostly phenomena I have seen… roaming it’s huge corridors as if I dream

abysmal dreams

1835;

the year that colonel Loftus saw dark things at night

Walking towards his room… a spectral form appeared then vaporized in gloom

Tenebrous winds… waving curtains

Unreal noises, footsteps and strange voices

Neither Christ nor sunlight marked this place with holy grace during these

Christmas days

I fell… dark things staring at me

This classic realm is just another version of hell

Her dead skin glowed with a pale luminescence

A forgotten entity that dwells in a brown satin dress

Chained in a void of tragedy

Bound to seek her children in everlasting eternity

Colonel Loftus met her twice

The second time… she stared at him and had no eyes

Her feature looked horrific and cruel, watching the colonel like a terrifying

pagan ghoul

Hechizantes esferas que siento cuando bajan las temperaturas

Mientras que el anochecer rápidamente devora toda la luz dentro del salón de Townshend

Fenómenos fantasmales que he visto... deambulando por sus enormes pasillos como si estuviera soñando

sueños abismales

1835;

el año en que el coronel Loftus vio cosas oscuras en la noche

Caminando hacia su habitación... apareció una forma espectral y luego se evaporó en la penumbra.

Vientos tenebrosos… cortinas que agitan

Ruidos irreales, pasos y voces extrañas

Ni Cristo ni la luz del sol marcaron este lugar con santa gracia durante estos

dias de navidad

Caí... cosas oscuras mirándome

Este reino clásico es solo otra versión del infierno

Su piel muerta brillaba con una luminiscencia pálida.

Una entidad olvidada que habita en un vestido de raso marrón

Encadenado en un vacío de tragedia

Obligada a buscar a sus hijos en la eternidad eterna

El coronel Loftus la conoció dos veces.

La segunda vez... ella lo miró fijamente y no tenía ojos.

Su rostro se veía horrible y cruel, mirando al coronel como un aterrador

demonio pagano