Rimmel - Tiziano Ferro

E qualcosa rimane,

fra le pagine chiare e le pagine scure,

e cancello il tuo nome dalla mia facciata

e confondo i miei alibi e le tue ragioni,

i miei alibi e le tue ragioni.

Chi mi ha fatto le carte mi ha chiamato vincente

ma è uno zingaro è un trucco.

E un futuro invadente, fossi stato un po' più giovane,

l’avrei distrutto con la fantasia,

l’avrei stracciato con la fantasia.

Ora le tue labbra puoi spedirle a un indirizzo nuovo

e la mia faccia sovrapporla a quella di chissà chi altro ancora.

I tuoi quattro assi, bada bene, di un colore solo,

li puoi nascondere o giocare come vuoi

o farli rimanere buoni amici come noi.

Santa voglia di vivere e dolce Venere di Rimmel.

Come quando fuori pioveva e tu mi domandavi

se per caso avevi ancora quella foto

in cui tu sorridevi e non guardavi.

Ed il vento passava sul tuo collo di pelliccia

e sulla tua persona e quando io,

senza capire, ho detto sì.

Hai detto «E' tutto quel che hai di me».

È tutto quel che ho di te.

Ora le tue labbra puoi spedirle a un indirizzo nuovo

e la mia faccia sovrapporla a quella di chissà chi altro ancora.

I tuoi quattro assi, bada bene, di un colore solo,

li puoi nascondere o giocare come vuoi

o farli rimanere buoni amici come noi.

y algo queda,

entre páginas claras y páginas oscuras,

y borrar tu nombre de mi fachada

y confundo mis coartadas y tus razones,

mis coartadas y tus razones.

Quien me hizo las cartas me llamó ganador

pero es un gitano es un truco.

Y un futuro intruso, si hubiera sido un poco más joven,

lo hubiera destruido con mi imaginación,

Lo habría destrozado con mi imaginación.

Ahora tus labios pueden ser enviados a una nueva dirección

y mi cara superpuesta a la de quién sabe quién más.

Tus cuatro ases, eso sí, de un solo color,

puedes ocultarlos o reproducirlos como quieras

o mantenerlos tan buenos amigos como nosotros.

Santa voluntad de vivir y dulce Venus de Rimmel.

Como cuando afuera estaba lloviendo y me preguntaste

si de casualidad todavia tenias esa foto

en el que sonreías y no mirabas.

Y el viento soplaba en tu cuello de piel

y en tu persona y cuando yo,

sin entender, dije que sí.

Dijiste: "Es todo lo que tienes de mí".

Eso es todo lo que tengo de ti.

Ahora tus labios pueden ser enviados a una nueva dirección

y mi cara superpuesta a la de quién sabe quién más.

Tus cuatro ases, eso sí, de un solo color,

puedes ocultarlos o reproducirlos como quieras

o mantenerlos tan buenos amigos como nosotros.