The Business Man - The Taxpayers

God, it never got easy, but it sure got good when the

Business man came to my adopted neighborhood

There was a bird I named Frank, a palace, a steeple, and a pile of

Blankets outside of Trinity Cathedral

Every weekday morning he would walk right by with a three piece suit, new shoes,

and a tie

And this dead face, real hate in his eyes.

In such a devilish way he would

materialize

He was put there to rob from men like me — from the broken down scoundrels that

live on the street

So I prepared for his initial attack;

I said to myself, «Henry, you gotta watch

your own back

You wanna make it outta here alive, you better learn to improvise

«So there we were: one morning at dawn, he appeared at the church with the

cold autumn fog, briefcase in hand, walking towards me

So I jumped from my blankets and sunk my teeth right into his ear and ripped it

right off

Blood poured down onto his luxury watch

He ran away and I went back to sleep, and when the cops arrived, man,

I was relieved

I said, «Thank god ya’ll are here.

This bastard in a business suit just tried

to rob me

And you know what?

I think he might have been the fucking devil.»

Dios, nunca fue fácil, pero seguro que se puso bueno cuando el

El hombre de negocios vino a mi barrio adoptivo

Había un pájaro al que llamé Frank, un palacio, un campanario y un montón de

Mantas fuera de la Catedral de la Trinidad

Todas las mañanas de lunes a viernes pasaba caminando con un traje de tres piezas, zapatos nuevos,

y una corbata

Y este rostro muerto, verdadero odio en sus ojos.

De una manera tan diabólica que él

materializar

Lo pusieron allí para robar a hombres como yo, a los sinvergüenzas destrozados que

vivir en la calle

Así que me preparé para su ataque inicial;

Me dije a mí mismo: «Henry, tienes que mirar

tu propia espalda

Si quieres salir vivo de aquí, será mejor que aprendas a improvisar

«Así que allí estábamos: una mañana al amanecer, se apareció en la iglesia con el

niebla fría de otoño, maletín en mano, caminando hacia mí

Así que salté de mis sábanas y le hundí los dientes en la oreja y se la desgarré.

inmediatamente

La sangre se derramó sobre su reloj de lujo.

Se escapó y yo volví a dormir, y cuando llegó la policía, hombre,

Estaba aliviado

Dije: «Gracias a Dios que están aquí.

Este bastardo en un traje de negocios acaba de intentar

para robarme

¿Y sabes qué?

Creo que podría haber sido el maldito diablo.»