Stranglehold - The Greenery

Dammit!

I can’t take it anymore

Place two feet down and shove my face into the floor

It’s the rush of blood, the pain I feel

The rusty taste that lets me know it’s real

But it’s the little things (little things) that keep me awake

And the bigger thing that shake me from sleep

My mind is wasted, I’m wasting away

Why give me another day?

Every night my dreams are haunted by the loss of you

The nightmare continues

Feeling trapped inside my own body, I feel the noose

The nightmare continues

Fuck

Sick of this, sick of that, tired of all these fucking rats

Clawing up my leg while I’m asleep

Say this, do that, stab me in the fucking back

There’s never been a promise you’d actually keep

My mind is a house of lies — The exit, I’ll never find

My mind is a house of doubt — Chained to the floor and never let out

My own personal Hell

A nightmare asylum

I’ve been searching for the exit for years

Give me the keys, where did you hide them?

The nightmare continues…

¡Maldita sea!

No lo soporto más

Coloque dos pies hacia abajo y empuje mi cara contra el suelo

Es la avalancha de sangre, el dolor que siento

El sabor oxidado que me permite saber que es real

Pero son las pequeñas cosas (pequeñas cosas) las que me mantienen despierto

Y lo más grande que me sacude del sueño

Mi mente está desperdiciada, me estoy desperdiciando

¿Por qué darme otro día?

Cada noche mis sueños son perseguidos por tu pérdida

la pesadilla continua

Sintiéndome atrapado dentro de mi propio cuerpo, siento la soga

la pesadilla continua

Mierda

Harto de esto, harto de aquello, cansado de todas estas malditas ratas

Arañando mi pierna mientras estoy dormido

Di esto, haz aquello, apuñalame en la maldita espalda

Nunca ha habido una promesa que realmente mantendrías

Mi mente es una casa de mentiras: la salida, nunca la encontraré

Mi mente es una casa de dudas: encadenada al suelo y nunca suelta

Mi propio infierno personal

Un asilo de pesadilla

He estado buscando la salida durante años.

Dame las llaves, ¿dónde las escondiste?

La pesadilla continúa…