Emerald Forest And The Blackbird - Swallow The Sun

My Child, I will bury you on the highest hill,

beside the tallest tree where winter will cover you

and build the biggest castle.

There I will bury you, from the arms of your mother.

Soon the angels will carry you over the edge of the world,

lead you through the deepest forest,

away from sickness, into the light.

Sleep my child, lay down your head and leave this pain,

I’ll read your these last pages of the tale.

To endless morning I’m cursed from here on;

you will be taken, I was meant to stay…

The Emerald Forest was quiet

and the deep green of the diamond leaves

was glimmering in the sky high tree tops

on the gentle wind, tall as the mountains in the east.

Echoes of the steps of giants

were fading like the beat of your weak heart.

Shades of night welcome you with a twisted smile.

Slowly with every tiny breath.

Hold my hand tight, nothing will hurt you here.

You are almost home my little angel, I will lead you through.

Night creatures, unicorns and white owls,

treasures hidden in the emerald glow.

Green light on the white altar and the black throne,

choirs of ancients blessing your passage to the world below.

The path through the woods was getting narrow

and the aisle of trees shaded the last light of the moon.

But the light from the candles on the bridge across the water

lit the way from emerald steps, marking our trail deeper.

This is the frontier as far as I can pass,

but the calling of the Blackbird will lead you on from here.

Every tear will turn to an emerald in this forest,

and this is where it ends, the cry turns to laughter, my son.

You will be taken, I was meant to stay, my loved one.

Hija mía, te enterraré en la colina más alta,

junto al árbol más alto donde el invierno te cubrirá

y construye el castillo más grande.

Allí te enterraré, de los brazos de tu madre.

Pronto los ángeles te llevarán por el borde del mundo,

conducirte a través del bosque más profundo,

lejos de la enfermedad, hacia la luz.

Duerme hijo mío, acuesta tu cabeza y deja este dolor,

Te leeré estas últimas páginas del cuento.

A la mañana eterna estoy maldecido de aquí en adelante;

te llevarán, yo estaba destinado a quedarme...

El Bosque Esmeralda estaba tranquilo

y el verde profundo de las hojas de diamante

brillaba tenuemente en las copas de los árboles altos del cielo

en el viento suave, alto como las montañas en el este.

Ecos de los pasos de los gigantes

se desvanecían como el latido de tu débil corazón.

Las sombras de la noche te dan la bienvenida con una sonrisa torcida.

Lentamente con cada pequeña respiración.

Toma mi mano fuerte, nada te hará daño aquí.

Ya casi estás en casa, mi pequeño ángel, te guiaré.

Criaturas nocturnas, unicornios y lechuzas blancas,

tesoros escondidos en el resplandor esmeralda.

Luz verde sobre el altar blanco y el trono negro,

coros de ancestros bendiciendo tu paso al mundo de abajo.

El camino a través del bosque se estaba volviendo estrecho.

y el pasillo de árboles dio sombra a la última luz de la luna.

Pero la luz de las velas en el puente sobre el agua

iluminaba el camino desde escalones esmeralda, marcando nuestro camino más profundo.

Esta es la frontera hasta donde puedo pasar,

pero el canto del mirlo te conducirá desde aquí.

Cada lágrima se convertirá en una esmeralda en este bosque,

y aquí es donde termina, el llanto se convierte en risa, hijo mío.

Serás llevado, estaba destinado a quedarme, mi amado.