Red Pirate Of The Prairie - Slim Cessna's Auto Club

The cramp that keeps my knees pinned to my chest is here to stay

I pout my lower lip to a cherub’s width I need sympathy

I’m not light of heart below my red skin and both vengeance lays

I stand stiff and straight, a schoolboy’s pose, it’s your man they’d say

Blame the red pirate of the prairie

I got a scent that comes with my skin, it makes your brow furrow

I introduce your smile you taught to me, slow and formal

You grab me by my scalp, scrub to rid my smell, cleanse your garage portholes

You quit me of your grip, strike a regal pose, and claim my life alone

Blame the red pirate of the prairie

You wonder at the coin pierced through my nose, I blush a deeper red

I say it’s tradition, you say not no more, as you shake your head

I wear your second-hands that you hand me down, a cover I can’t shed

I should be thankful for your heartfelt

When I drive you home, I open your back door, say «Sir, goodnight»

I scratch and crawl while you’re in your bed and I ignite my light

Searching where you sat, claim all your loose change, whisper «It's my right»

Then I fall asleep, my bed’s your backseat, doors make it tight

Blame the red pirate of the prairie

El calambre que mantiene mis rodillas pegadas a mi pecho está aquí para quedarse

Muevo mi labio inferior al ancho de un querubín. Necesito simpatía.

No tengo un corazón ligero debajo de mi piel roja y tanto la venganza yace

Estoy rígido y recto, la pose de un colegial, es tu hombre, dirían

Culpa al pirata rojo de la pradera

Tengo un olor que viene con mi piel, te hace fruncir el ceño

Te presento tu sonrisa que me enseñaste, pausada y formal

Me agarras por el cuero cabelludo, frotas para eliminar mi olor, limpias los ojos de buey de tu garaje

Me liberas de tu agarre, tomas una pose real y reclamas mi vida solo

Culpa al pirata rojo de la pradera

Te maravillas de la moneda perforada a través de mi nariz, me sonrojo un rojo más profundo

Yo digo que es tradición, tú dices no más, mientras sacudes la cabeza

Llevo tus segundas manos que me entregas, una cubierta que no puedo deshacerme

Debería estar agradecido por su sincera

Cuando te llevo a casa, abro tu puerta trasera, digo «Señor, buenas noches»

Me rasco y me arrastro mientras estás en tu cama y enciendo mi luz

Buscando donde te sentaste, reclama todo tu cambio suelto, susurra "Es mi derecho"

Luego me quedo dormido, mi cama es tu asiento trasero, las puertas lo hacen hermético

Culpa al pirata rojo de la pradera