Timelapse - Sleeping At Last

only the eyes of owls can be seen here;

they are the stars, they radiate.

and every constellation

is a fraction of God’s DNA

that we were made to notice and navigate.

as the moon commands the tide

to balance the weight of change,

we must learn to follow all the same.

when the northern lights were born,

the color poured into our eyes,

like tipping a glass with the ocean inside.

into the darkness,

we will send our symphonies —

a shorthand of existence,

a slowly turning key,

the voyager will leave us with this modest memory of home.

when the sunlight wakes the earth

from its deep sleep,

all creatures bloom.

and through lifted lashes, all is new.

as a newborn recognizes

its mother’s voice from inside the womb,

may we remember the warmth of our youth.

the overture was written,

like the calm before a storm.

with hummingbird precision,

we must follow every chord…

time-lapse reveals a slight of hand,

it unties the rules of time and plan.

stillness is only a state of mind,

a blind spot that brightness has left behind.

wet paint is a privilege that we will find.

as the wrist of an artist

pulls the foreground into the frame,

we must learn to focus, all the same.

all these restless conversations

have tied a string to every living thing,

and our illustrations will draw them near.

aquí solo se ven los ojos de los búhos;

son las estrellas, ellas irradian.

y cada constelación

es una fracción del ADN de Dios

que fuimos hechos para notar y navegar.

como la luna comanda la marea

para equilibrar el peso del cambio,

debemos aprender a seguir todos por igual.

cuando nacieron las auroras boreales,

el color derramado en nuestros ojos,

como inclinar un vaso con el océano adentro.

En la oscuridad,

enviaremos nuestras sinfonías:

una abreviatura de existencia,

una llave que gira lentamente,

el viajero nos dejará con este modesto recuerdo de casa.

cuando la luz del sol despierta la tierra

de su sueño profundo,

todas las criaturas florecen.

y a través de las pestañas levantadas, todo es nuevo.

como un recién nacido reconoce

la voz de su madre desde dentro del vientre,

que recordemos el calor de nuestra juventud.

la obertura fue escrita,

como la calma antes de una tormenta.

con precisión de colibrí,

debemos seguir cada acorde…

el lapso de tiempo revela un juego de manos,

desata las reglas del tiempo y del plan.

la quietud es solo un estado mental,

un punto ciego que el brillo ha dejado atrás.

la pintura húmeda es un privilegio que encontraremos.

como la muñeca de un artista

tira el primer plano en el marco,

debemos aprender a concentrarnos, de todos modos.

todas estas conversaciones inquietas

han atado una cuerda a todo ser viviente,

y nuestras ilustraciones los acercarán.