Dummer Junge - Serum 114

Ich war ein dummer Junge, ich war ein bissiger Hund.

Die Sorge meiner Eltern stand zu oft mitten drin.

Aus Kindern werden Männer und manche lernen schnell

Und manche lernen nichts, schlagen sich durch zum Ziel.

Und wieder steh' ich mittendrin, frag mich, wie kam ich bloß hierhin.

Scherben vor mir, Lärm auf den Ohren.

Blanker Zorn soweit das Augen reicht, blinder Hass weit und breit.

Und am Ende wird nur einer Sieger sein.

Mein Lehrer war das Leben und er war rücksichtslos.

So vieles war gelogen und der Schmerz zu groß.

Der Preis für die Liebe ist ein gebrochenes Herz.

Und eins auf die Fresse, wenn man bis zum Ende kämpft.

Und wieder steh’ich mittendrin, frag mich, wie kam ich bloß hierhin.

Scherben vor mir, Lärm auf den Ohren.

Blanker Zorn soweit das Auge reicht, blinder Hass weit und breit.

Und am Ende wird auch einer Verlierer sein.

Ich hörte mich oft reden wenn ich in den Spiegel sah.

Dass ich noch immer hier bin, ich hab nur Glück gehabt.

Ich sollt es nicht herausfordern, danlbar dafür sein.

Aus all den Fehlern lernen und vieles bereuen.

Doch wieder steh ich mittendrin…

Und am Ende wird nur einer Sieger sein.

Und am Ende wird auch einer Verlierer sein.

Denn am Ende kann nur einer Sieger sein.

Yo era un niño estúpido, yo era un perro vicioso.

Las preocupaciones de mis padres estaban demasiado a menudo en el medio.

Los niños se vuelven hombres y algunos aprenden rápido

Y algunos no aprenden nada, se abren camino hacia la meta.

Y otra vez estoy justo en el medio, preguntándome cómo llegué aquí.

Fragmentos frente a mí, ruido en mis oídos.

Pura ira hasta donde alcanza la vista, odio ciego a lo largo y ancho.

Y al final solo habrá un ganador.

Mi maestro era la vida y era despiadado.

Tanto era una mentira y el dolor era demasiado grande.

El precio del amor es un corazón roto.

Y un puñetazo en la cara si luchas hasta el final.

Y otra vez estoy justo en el medio, preguntándome cómo llegué aquí.

Fragmentos frente a mí, ruido en mis oídos.

Ira cruda hasta donde alcanza la vista, odio ciego a lo largo y ancho.

Y al final también habrá un perdedor.

A menudo me oía hablar cuando me miraba en el espejo.

Tengo suerte de que todavía estoy aquí.

No debería desafiarlo, estar agradecido por ello.

Aprende de todos los errores y arrepiéntete mucho.

Pero de nuevo estoy justo en el medio...

Y al final solo habrá un ganador.

Y al final también habrá un perdedor.

Porque al final solo puede haber un ganador.