A Simple Story - Rich Aucoin

And so the story begins with a great king of enormous wealth and power

Power so great, it seemed to get the king anything he desired

Yet, there was one desire which remained unfulfilled

The king’s desire for immortality

The king was not so naieve to think that he could live forever

But wished that he would be eternally remembered

One by one however, his attempts to be remembered failed

And his wife bore him a single daughter, and immediately fell ill after her

birth

As his wife passed away, he declared he would not love again

As time passed, his earthly monument showed signs of decay

Soon afterwards, he too showed signs of life’s corrosion

So he called forth all of the wise men in his kingdom to each bring their truth

and their wisdom

Each, however, failed to stand against refutation

As time passed, the king began to think that the immortal truth was an

impossible wish

So he borded himself in a remote wing of his palace with orders for no one to

disturb him unless they brought him an answer to his wish

And so there the king stayed, alone, waiting for death’s innevitable call

This was until one day a wise man came forth to the isolated king and declared

This too, in time, shall pass

Y así comienza la historia con un gran rey de enorme riqueza y poder.

Poder tan grande que parecía conseguirle al rey todo lo que deseaba

Sin embargo, había un deseo que no se cumplió.

El deseo del rey por la inmortalidad

El rey no era tan ingenuo para pensar que podría vivir para siempre

Pero deseaba que fuera recordado eternamente

Sin embargo, uno por uno, sus intentos de ser recordados fracasaron.

Y su mujer le dio a luz una sola hija, y al instante enfermó después de su

nacimiento

Al fallecer su esposa, declaró que no volvería a amar

Con el paso del tiempo, su monumento terrenal mostró signos de deterioro.

Poco después, él también mostró signos de corrosión de la vida.

Así que llamó a todos los sabios de su reino para que cada uno trajera su verdad

y su sabiduria

Sin embargo, ninguno de ellos se opuso a la refutación.

A medida que pasaba el tiempo, el rey comenzó a pensar que la verdad inmortal era una

deseo imposible

Así que se encerró en un ala remota de su palacio con órdenes de que nadie

molestarlo a menos que le trajeran una respuesta a su deseo

Y así se quedó el rey, solo, esperando la inevitable llamada de la muerte.

Esto fue hasta que un día un hombre sabio se acercó al rey aislado y declaró

Esto también, con el tiempo, pasará