Shadow Of Death - Prozak

Half angel, half devil

Half man, half beast

Half love, half hate

Half war, half peace

You’d better pray to God and hope that He will walk beside you

Cause in your darkest hour the reaper is sure to find you

I never asked for it

Chosen to be the chosen one to gather souls of those

Chosen to become post-mortem

To live or damn eternal fates of the wrong

Either embrace by heaven’s fate, or enslaved by Satan’s throne

I’ve gone by many names, pronounced with screams of pain

I’ve walked through valleys of dark

And embarked through hells flames

Such a shame that in the end I am all you have left

Now draw your last breath, hello, my name is death

The only thing that’s certain

I guarantee to each and every person

Here through the curtains and I’ll be there lurkin

A predator with man

I’m forced to enforce the course of nature

Provided by omnipotent plans

These hands are so callous, from years of such malice

Sir fear is thy power, sever but must balance

Adhere to my talent, some here you must vanish

Time for one’s loved one to drink from thy chalice

It never seizes to amaze me

Witness them screaming and carry on when I come for their babies

Or mothers, fathers, brothers, daughters

Husbands, wives, uncles, slaughter

I just do what I’m supposed to

But yet you feel the need to bleed

When you see my shadow’s amongst you

You pray for forgiveness, perhaps a second chance

I do not speak your language, why must you even ask

Your body fills with Paralysis

Your eyes open wide, and pupils dilate with self-analysis

So just relax and let it go

Let the wings of fate delegate responsibility of your souls

And it’s over now, your soul has reached it’s destination

And it’s funny how you’re at the gates of hell

But yet your body’s underground

And deafening silence always seems to be the only sound

As you’re descending down

Ye though I walk through the valley of a shadow of death

Thou shalt fear no evil, for Thou are with me

Thy rod and Thy staff — shalt comfort me

Mitad ángel, mitad diablo

Mitad hombre, mitad bestia

Mitad amor, mitad odio

Mitad guerra, mitad paz

Será mejor que ores a Dios y esperes que Él camine a tu lado.

Porque en tu hora más oscura, el segador seguramente te encontrará

nunca lo pedí

Elegido para ser el elegido para reunir las almas de aquellos

Elegido para convertirse en post-mortem

Vivir o condenar los destinos eternos del mal

O abrazado por el destino del cielo, o esclavizado por el trono de Satanás

He pasado por muchos nombres, pronunciados con gritos de dolor

He caminado por valles de oscuridad

Y se embarcó a través de las llamas del infierno

Que pena que al final yo sea todo lo que te quede

Ahora toma tu último aliento, hola, mi nombre es muerte

Lo único que es seguro

Garantizo a todas y cada una de las personas

Aquí a través de las cortinas y estaré allí al acecho

Un depredador con el hombre

Me veo obligado a hacer cumplir el curso de la naturaleza

Proporcionado por planes omnipotentes

Estas manos son tan insensibles, por años de tanta malicia

Señor, el miedo es tu poder, cortar pero debe equilibrar

Adhiérase a mi talento, algunos aquí deben desaparecer

Es hora de que el ser querido beba de tu cáliz

Nunca se apodera de asombrarme

Sé testigo de cómo gritan y continúa cuando vengo por sus bebés.

O madres, padres, hermanos, hijas

Maridos, esposas, tíos, masacre

Solo hago lo que se supone que debo

Pero aún sientes la necesidad de sangrar

Cuando ves mi sombra entre ti

Rezas por el perdón, tal vez una segunda oportunidad

No hablo tu idioma, ¿por qué tienes que preguntar?

Tu cuerpo se llena de Parálisis

Tus ojos se abren de par en par, y las pupilas se dilatan con el autoanálisis.

Así que solo relájate y déjalo ir

Que las alas del destino deleguen la responsabilidad de vuestras almas

Y se acabó ahora, tu alma ha llegado a su destino

Y es gracioso cómo estás a las puertas del infierno

Pero aún así tu cuerpo está bajo tierra

Y el silencio ensordecedor siempre parece ser el único sonido

Mientras desciendes

Aunque camine por el valle de una sombra de muerte

No temerás mal alguno, porque Tú estás conmigo

Tu vara y tu cayado me consolarán