The Want Ad - Pandora's Box

This is addressed to all the people who answered or may be thinking of

answering the personal ad I placed in Volume 2, Number 15 of this newspaper two

weeks ago Friday

First: my apologies to the huge bartender with the voice and the light-hearted,

dark-skinned advertising man.

If either of you had called me back,

I might not be writing this retraction of my ad, even though I will soon be

too busy to date much, but why didn’t you call back?

But to the others…

Which include the two terrifying sisters, the under-18s and the over-60s,

the numerous ones who dialed my number and hung up as soon as I said «hello»,

the thirty-five or forty of you who made dates with me and never showed up,

including the one who complained his body was so powerful he couldn’t control

it anymore, the desperate wife-seekers, the already-married, the one who was so

one-sided that he could think of nothing but sex, and then have the gall to ask

me if his nationality was the reason I wouldn’t sleep with him!

The many who couldn’t get it up when I was agreeable and the many who could and

did when I was not, the pleasant young foreigner who turned out to be the

private property of his gigantic girlfriend, the ones who were so grotesque in

their appearance, that I couldn’t possibly get past their faces to even

consider a relationship with them, especially sexual!

The sharks, and the geeks, and the sadists, the latter category which I had

specifically stated I didn’t want!

And the ones who wanted endlessly dirty talk,

the ones who wanted to be punished, the ones who could only boast about the

size of their bank-rolls and/or their equipment, and this definitely includes

the teacher who said: «All the kids want my stuff!»

The businessman who had an

adjective for every letter of his last name: «R is for Rich», the ones (and

there were many) who said: «my name is so and so, and so how far do you go?»

The 300-pound lady judge who screamed abuse at me, the transvestite who wanted

me to support him, the numerous young studs who had nothing to offer besides

the negative results of their goddamn blood tests!

The diminutive actor and the

other short ones, the astronomer who cried like a baby and said he had been

betrayed by every star he ever knew, the fanatic priest who wanted me to

confess to things I’d never even dreamed of!

The worn-out soldiers, the burned-out poets, the pumped-up jocks and the

used-up kids, the racists!

Including the one at whose place I left my white

sweater, and I’d rather cut off my right thumb than go back for it!

The drunks, junkies, crack- and coke-heads, the multitude of liars and

especially the nice ones who never called back!

To all of you I say, just forget my phone number!

I don’t need all the hassles!

I’ll be starting school next month and I just don’t want to be bothered.

Don’t hold your breath, any of you…

Sincerely, the underweight platinum blonde

Have a nice day

Esto está dirigido a todas las personas que respondieron o pueden estar pensando en

contestando el anuncio personal que coloqué en el Volumen 2, Número 15 de este periódico dos

hace semanas el viernes

Primero: mis disculpas al gran cantinero con la voz y el alegre,

publicista de piel oscura.

Si alguno de ustedes me hubiera devuelto la llamada,

Es posible que no esté escribiendo esta retractación de mi anuncio, aunque pronto lo estaré

demasiado ocupado para salir mucho, pero ¿por qué no devolviste la llamada?

Pero a los demás...

Que incluyen a las dos terroríficas hermanas, la menor de 18 y la mayor de 60,

los numerosos que marcaron mi número y colgaron en cuanto dije «hola»,

los treinta y cinco o cuarenta de ustedes que hicieron citas conmigo y nunca aparecieron,

incluido el que se quejó de que su cuerpo era tan poderoso que no podía controlar

más, la desesperada buscadora de esposa, la ya casada, la que estaba tan

unilateral que no podía pensar en nada más que sexo, y luego tener el descaro de preguntar

¡Si su nacionalidad fuera la razón por la que no me acostaría con él!

Los muchos que no pudieron levantarse cuando yo estaba de acuerdo y los muchos que pudieron y

cuando no lo era, el agradable joven extranjero que resultó ser el

propiedad privada de su gigantesca novia, esas que eran tan grotescas en

su apariencia, que posiblemente no podría pasar más allá de sus caras ni siquiera

considere una relación con ellos, ¡especialmente sexual!

Los tiburones, los frikis y los sádicos, la última categoría que tenía

¡Dije específicamente que no quería!

Y los que querían interminables conversaciones sucias,

los que querían ser castigados, los que solo podían jactarse de la

tamaño de sus fondos y/o su equipo, y esto definitivamente incluye

la maestra que dijo: «¡Todos los niños quieren mis cosas!»

El empresario que tenía un

adjetivo para cada letra de su apellido: «R de Rich», los que (y

hubo muchos) que dijeron: «mi nombre es fulano de tal, y entonces, ¿hasta dónde llegas?»

La jueza de 300 libras que me insultaba a gritos, el travesti que quería

mí para apoyarlo, los numerosos sementales jóvenes que no tenían nada que ofrecer además

¡los resultados negativos de sus malditos análisis de sangre!

El diminuto actor y el

otros cortos, el astrónomo que lloraba como un bebé y decía que había sido

traicionado por cada estrella que conoció, el sacerdote fanático que quería que yo

¡Confesar cosas con las que ni siquiera había soñado!

Los soldados agotados, los poetas agotados, los deportistas inflados y los

niños gastados, los racistas!

Incluido aquel en cuyo lugar dejé mi blanco

suéter, ¡y prefiero cortarme el pulgar derecho que volver por él!

Los borrachos, drogadictos, drogadictos y cocainómanos, la multitud de mentirosos y

¡especialmente los agradables que nunca devolvieron la llamada!

A todos ustedes les digo, ¡simplemente olviden mi número de teléfono!

¡No necesito todas las molestias!

Comenzaré la escuela el próximo mes y no quiero que me molesten.

No contengan la respiración, ninguno de ustedes...

Atentamente, la rubia platinada de bajo peso.

Que tenga un lindo día