Vae Solis - Mithras

The fire in the sky He who gives us light The sun — our lord Giver of all life

His coming has been the herald The dawn of a new cycle For as long as it has

been remembered It has been this way

He is life eternal The focus of our worship We dared not look upon him Until

this fateful day

(Solo: — Macey)

His flames diminish!

Shadows begin to fall At the apex of his journey This

cannot be so!

In terror i look into his heavens I need not shield my eyes Dust

rising from afar Is swallowing our lord

(Solo: — Macey)

(Solo: — Macey)

The ground trembles In the distance thunders roar His powers blast the lands

Fierce winds whip up the sands How have we displeased him?

Not in lack of

dedication We cower as the skies darken Our lord is nowhere to be seen

(Solo: — White)

He did not return Deserting us in twilight Without his solar powers Our crops

withered and died Terrible winter froze the sand Killing the sick old and young

Our faith is all that binds us to These lands our lord has left us to

El fuego en el cielo El que nos da luz El sol, nuestro señor Dador de toda vida

Su venida ha sido el heraldo El amanecer de un nuevo ciclo Durante el tiempo que ha

ha sido recordado ha sido así

Él es la vida eterna El centro de nuestra adoración No nos atrevimos a mirarlo Hasta que

este fatídico día

(Solo: — Macey)

¡Sus llamas disminuyen!

Las sombras comienzan a caer En la cúspide de su viaje Este

no puede ser asi!

Con terror miro a sus cielos No necesito proteger mis ojos Polvo

elevándose desde lejos se está tragando a nuestro señor

(Solo: — Macey)

(Solo: — Macey)

El suelo tiembla En la distancia truenos rugen Sus poderes explotan las tierras

Vientos feroces azotan las arenas ¿Cómo le hemos disgustado?

No en falta de

dedicación Nos acobardamos mientras los cielos se oscurecen Nuestro señor no se ve por ninguna parte

(Solo: — Blanco)

No volvió Abandonándonos en el crepúsculo Sin sus poderes solares Nuestras cosechas

se marchitó y murió Terrible invierno congeló la arena Matando a los viejos y jóvenes enfermos

Nuestra fe es todo lo que nos une a estas tierras que nuestro señor nos ha dejado