Blackberry Stone - Laura Marling

Well I own this field,

And I wrote the sky,

And I have no reason to reason with you.

I’d be sad that I never held your hand as you were lowered,

But I’d understand that I’d never let it go.

I’d be sad that I never held your hand as you were lowered,

But I’d understand the world does what it does.

You never did learn to let the little things go.

You never did learn to let me be.

You never did learn to let little people grow.

You never did learn how to see.

But I’d whisper that I love this man,

Now and for forever,

To your soul as it floats out of the window,

To the world that you turned your back on,

To the world that never let you be.

And I am lower now, and lower still,

And you did always say that one day I would suffer.

Did always say that people get their pay.

You did always say that I was going places,

And that you wouldn’t have it any other way.

But I couldn’t turn my back on the world for what I like wouldn’t let me.

But I couldn’t turn my back on the world for what I like, I needed.

And I couldn’t turn my back on the world for what I like wouldn’t let me.

And I couldn’t turn my back on the world for what I like, I needed.

And I shouldn’t turn my back on the sweet smelling blackberry stone.

Bueno, soy dueño de este campo,

Y escribí el cielo,

Y no tengo por qué razonar contigo.

Estaría triste si nunca sostuve tu mano mientras te bajaban,

Pero entendería que nunca lo dejaría ir.

Estaría triste si nunca sostuve tu mano mientras te bajaban,

Pero entendería que el mundo hace lo que hace.

Nunca aprendiste a dejar ir las pequeñas cosas.

Nunca aprendiste a dejarme ser.

Nunca aprendiste a dejar crecer a la gente pequeña.

Nunca aprendiste a ver.

Pero susurraría que amo a este hombre,

Ahora y para siempre,

A tu alma mientras flota por la ventana,

Al mundo al que le diste la espalda,

Al mundo que nunca te dejó ser.

Y ahora soy más bajo, y más bajo aún,

Y siempre dijiste que un día sufriría.

Siempre decía que la gente recibe su paga.

Siempre dijiste que iba a lugares,

Y que no lo tendrías de otra manera.

Pero no podía darle la espalda al mundo porque lo que me gusta no me lo permite.

Pero no podía darle la espalda al mundo por lo que me gusta, lo necesitaba.

Y no podía darle la espalda al mundo porque lo que me gusta no me lo permite.

Y no podía darle la espalda al mundo por lo que me gusta, lo necesitaba.

Y no debería darle la espalda al dulce hueso de mora.