Whorror Storm - Knights of the Abyss

First to the death are the sins of the flesh;

Those who lurk shielded by the night

The leopardess shrieks thus unlocking inner lust, desire and strife

For those who are not strong, these urges, to life they are drawn

To commit sins of lust means to be aimlessly thrown at the will of an almighty

storm

This raging tempest does exhaust the mind as the bodies are torn about

The screams of the unholy cannot be heard over the thunderous shout

Eternally blown in violent winds of hail their bodies do beg rest

The sins for which we pay, appeal to the most lustful of men

Hunger for depraved acts of flesh entombing your soul in sin

Your skins with boils and puss must burst the wind beats your back

For the morals with which you stay heaven’s eternity you lack

Those who spend their mortal lives in industries immersed in sex

Treacherously crave for flesh this penalty should not perplex

To lose oneself in a diabolical path is to needlessly wonder

The storm fulfilling the ultimate wish leaving souls to forever ponder

In this realm, which you now dwell: in the second circle pit of Hell

Primero a la muerte son los pecados de la carne;

Los que acechan escudados por la noche

La leopardo grita liberando así la lujuria, el deseo y la lucha interior.

Para aquellos que no son fuertes, estos impulsos, a la vida son atraídos.

Cometer pecados de lujuria significa ser arrojado sin rumbo a la voluntad de un todopoderoso

tormenta

Esta furiosa tempestad agota la mente mientras los cuerpos se desgarran

Los gritos de los impíos no se pueden escuchar sobre el grito atronador

Eternamente arrastrados por violentos vientos de granizo, sus cuerpos piden descanso

Los pecados por los que pagamos, apelan a los más lujuriosos de los hombres

Hambre de actos depravados de la carne sepultando tu alma en el pecado

Tus pieles con furúnculos y pus deben reventar el viento golpea tu espalda

Porque la moral con que te quedas la eternidad del cielo te falta

Los que pasan su vida mortal en industrias inmersas en el sexo

Traidoramente anhela la carne, esta pena no debe dejar perplejo

Perderse en un camino diabólico es preguntarse innecesariamente

La tormenta cumpliendo el último deseo dejando almas para reflexionar para siempre

En este reino, en el que ahora habitas: en el segundo pozo circular del Infierno