All Things Are Quite Silent - Judy Collins

All things are quite silent, each mortal at rest

When me and my true love got snug in one nest

When a bold set of ruffians broke into our cave

And they forced my dear jewel to plough the salt wave

I begged hard for my darling as I would for my life

They’d not listen to me although a fond wife

Saying: «The king must have sailors, to the seas he must go,»

And they’ve left me lamenting in sorrow and woe

Through green fields and meadows we ofttimes have walked

And the fond recollections together have talked

Where the lark and the blackbird so sweetly did sing

And the lovely thrushes' voices made the valleys to ring

Now although I’m forsaken I won’t be be cast down

Who knows but my true love some day may return?

And will make me amends For all trouble and strife

And me and my true love might live happy for life

Todas las cosas están en completo silencio, cada mortal en reposo

Cuando mi verdadero amor y yo nos acomodamos en un nido

Cuando un conjunto audaz de rufianes irrumpió en nuestra cueva

Y obligaron a mi querida joya a arar la ola de sal

Rogué mucho por mi amor como lo haría por mi vida

No me escucharían aunque una esposa cariñosa

Diciendo: «El rey debe tener marineros, a los mares debe ir»,

Y me han dejado lamentándome de dolor y aflicción

A través de campos verdes y prados, a menudo hemos caminado

Y los buenos recuerdos juntos han hablado

Donde la alondra y el mirlo cantaban tan dulcemente

Y las hermosas voces de los zorzales hacían sonar los valles

Ahora, aunque estoy abandonado, no seré abatido

¿Quién sabe si mi verdadero amor algún día puede regresar?

Y me reparará por todos los problemas y luchas

Y yo y mi verdadero amor podríamos vivir felices de por vida