Bearing The Serpents Lamb - Job For A Cowboy

This virgin churns on the back of her own indisposed and throbbing body

Nauseated she chokes on her own vomit emitted from her distended and desiccated

throat

Weak and obscured this woman’s body begins to convulse and twitch in her now

soiled sheets with an abdomen beginning to flourish as her ribs now unhinge and

shift

Beneath the rib cage lay a sweltering child

A child forcing and pushing outward for decampment of his mother’s womb

Bearing a bastard child

Bearing what is now the son of the new world’s lord

Bearing the serpent’s lamb

Overwhelmed she grows debilitated and weak

Staying attentive becomes more burdensome, a struggle to stay awake as her body

starts to contract, she mutters one conclusive, crowning breath

«Why would such a God allow such deep evil?

Theodicy!»

The curtains are slowly lowered over her solitary and meaningless life

Her chest lay open, a gaping wound revealing the damage left inside

Her own body only used to mask the beast that dwelled internally

This orphan child scowls over the remains of his birth given origin,

his own mother — only to grow through his adolescence to clench the name of

the Antichrist

Esta virgen se agita sobre la espalda de su propio cuerpo indispuesto y palpitante

Náusea, se atraganta con su propio vómito emitido por su cuerpo distendido y desecado.

garganta

Débil y oscurecido, el cuerpo de esta mujer comienza a convulsionarse y retorcerse en su ahora

sábanas sucias con un abdomen que comienza a florecer a medida que sus costillas ahora se desquician y

cambio

Debajo de la caja torácica yacía un niño sofocante

Un niño forzando y empujando hacia afuera para el descampado del útero de su madre

Tener un hijo bastardo

Teniendo lo que ahora es el hijo del señor del nuevo mundo

Llevando el cordero de la serpiente

Abrumada ella crece debilitada y débil

Permanecer atento se vuelve más pesado, una lucha por permanecer despierto mientras su cuerpo

comienza a contraerse, murmura un aliento concluyente y culminante

«¿Por qué un Dios así permitiría un mal tan profundo?

¡Teodicea!»

Las cortinas se bajan lentamente sobre su vida solitaria y sin sentido.

Su pecho estaba abierto, una herida abierta que revelaba el daño que quedaba dentro.

Su propio cuerpo solo solía enmascarar a la bestia que habitaba internamente.

Este niño huérfano frunce el ceño ante los restos de su origen dado a luz,

su propia madre, solo para crecer a través de su adolescencia para apretar el nombre de

el anticristo