The Sentence is Death - Intruder

The rain fell down with a chilling sound into the open grave.

The coffin lowers, for him it’s over, for them it’s just another day.

A son he’s lost, at such a cost, a victim of the times.

Now he’s alone, there’s no one home, he should have read between the lines.

He was one of the meek, he always turned his cheek,

He lived by the golden rule.

But now that’s changed, his life’s rearranged, he’s got a new goal to pursue.

He’s a man obsessed, he will never rest, 'till he finds who he’s looking for.

A dealer of dreams but of the kind obscene, they offer death — and nothing more.

Eye for an eye — tooth for a tooth.

Soon you will die, destroyer of youth.

Life for a life — it’s only fair.

So go ahead and scream, no one will hear — no one will care!

It’s been 2 long years and so many tears, but the end has finally come.

Facing his man gun ready in hand, it’s time to vindicate his son.

He pushes in and the dealer only grins but his eyes give away his fear.

The man says with a sigh, it should be no surprise, but let me tell you why I’m

here.

You live in the streets, so you know the rules.

You took your chances and now you lose.

I’m your judge and jury, executioner too.

For what you did to my son, I pass sentence on you — and the sentence is death!

Chained to a chair, water everywhere, wrapped in wire head to toe.

Cables from the wall are connected to it all, he knows his death will be slow.

Throwing the switch, the body starts to twitch, as the smell of burning flesh

fills the air.

He walks away, no reason to stay, there’s a new world waiting out there.

La lluvia caía con un sonido escalofriante en la tumba abierta.

El ataúd baja, para él se acabó, para ellos es un día más.

Un hijo que ha perdido, a tal precio, víctima de los tiempos.

Ahora está solo, no hay nadie en casa, debería haber leído entre líneas.

Era de los mansos, siempre volvía la mejilla,

Vivía según la regla de oro.

Pero ahora eso ha cambiado, su vida se ha reorganizado, tiene un nuevo objetivo que perseguir.

Es un hombre obsesionado, nunca descansará, hasta que encuentre a quien está buscando.

Un traficante de sueños pero del tipo obsceno, ofrecen la muerte, y nada más.

Ojo por ojo, diente por diente.

Pronto morirás, destructor de la juventud.

Vida por vida, es justo.

Así que adelante y grita, nadie te escuchará, ¡a nadie le importará!

Han sido 2 largos años y tantas lágrimas, pero finalmente ha llegado el final.

Frente a su hombre arma lista en la mano, es hora de reivindicar a su hijo.

Él empuja y el traficante solo sonríe, pero sus ojos delatan su miedo.

El hombre dice con un suspiro, no debería ser una sorpresa, pero déjame decirte por qué estoy

aquí.

Vives en las calles, así que conoces las reglas.

Te arriesgaste y ahora pierdes.

Soy tu juez y jurado, verdugo también.

Por lo que le hiciste a mi hijo, te doy sentencia, ¡y la sentencia es la muerte!

Encadenado a una silla, agua por todas partes, envuelto en alambre de pies a cabeza.

Los cables de la pared están conectados a todo, él sabe que su muerte será lenta.

Al pulsar el interruptor, el cuerpo comienza a temblar, mientras el olor a carne quemada

llena el aire.

Se aleja, no hay razón para quedarse, hay un nuevo mundo esperando ahí fuera.