Son of Man - Enthroned

Come nigh, come away, I’ll soon see if you’ll obey!

God’s high king and God’s high priest shall plant their glories in your breast

If Calaphas you will obey, if Herod you with blood prey

Feed with the sacrifice, and be obedient, fall down, worship me

I come, your king and God, to seize what God smiters with disease?

The prince of this world I am, bound in his chain

Bursting forth, furious ire, a chariot of fire

Throughout the land I took my course and traced diseases to their source

I curse those trampling down hypocrisy

There gates of death let in the day

'Till he had nailed «it» to the cross

He took on sin in the virgin’s womb

And put it off on the cross

To be worshipped by the church of Rome

But I am the son of man;

the light bearer

Falling down to the abyss

He sank into the shadows

Eyes staring in silence

As the falling star stood

On two scorched feet holding a torch

In his shameless brilliance and glory

The son of the dawn presents his fire to the mortals

The sons of Adam became the sons of Cain

The dark cult of the human soul begins

The love of knowledge before love for the gods

A black wave rose to the glorious heavens

Where the human stare took its stars away

The light bearer, he wider at every moment

Melted the monster, frozen in embers

The spectrum was no longer

Hailing us from beasts to men, we cried: «Hail Lucifer!»

Mankind radiated in vain

Extinguishing the stars in heaven

Heed came out of man and went up to God

Murder, lusts and laughter rang

As the sons of knowledge blasted their parent like a torch

«All Hail Lucifer!»

Hail!

¡Ven, acércate, pronto veré si me obedeces!

El rey supremo de Dios y el sumo sacerdote de Dios plantarán sus glorias en tu pecho

Si Calaphas obedecerás, si Herodes te apresará con sangre

Alimentaos con el sacrificio, y sed obedientes, postraos, adórame

vengo, vuestro rey y Dios, a apoderarme de lo que Dios hiere con enfermedad?

El príncipe de este mundo soy, atado en su cadena

Estallando, ira furiosa, un carro de fuego

A lo largo de la tierra seguí mi curso y rastreé las enfermedades hasta su fuente

Maldigo a los que pisotean la hipocresía

Allí las puertas de la muerte dejan entrar el día

Hasta que lo clavó en la cruz

Él tomó el pecado en el vientre de la virgen

Y ponerlo en la cruz

Para ser adorado por la iglesia de Roma

Pero yo soy el hijo del hombre;

el portador de la luz

Cayendo al abismo

Se hundió en las sombras

Ojos mirando en silencio

Mientras la estrella fugaz se levantaba

En dos pies quemados sosteniendo una antorcha

En su desvergonzada brillantez y gloria

El hijo del alba presenta su fuego a los mortales

Los hijos de Adán se convirtieron en hijos de Caín

Comienza el oscuro culto del alma humana

El amor al conocimiento antes que el amor a los dioses

Una ola negra se elevó a los cielos gloriosos

Donde la mirada humana se llevó sus estrellas

El portador de la luz, se ensancha a cada momento

Derretido el monstruo, congelado en brasas

El espectro ya no estaba

Saludándonos desde las bestias hasta los hombres, gritamos: «¡Salve, Lucifer!»

La humanidad irradió en vano

Apagando las estrellas en el cielo

Heed salió del hombre y subió a Dios

Asesinato, lujuria y risa sonaron

Como los hijos del conocimiento hicieron estallar a sus padres como una antorcha

«¡Salve Lucifer!»

¡Granizo!