Undone - David Tennant

Here is the truth.

Exactly how I remember it.

And perhaps in being so,

it is inevitably undone

Here when the hour is late and the bottle long gone.

Where thoughts like

constellations blur in and out of focus, nothing more than buoyant memories;

aqueous melancholy.

The shoreline recedes into darkness, betraying grains of

the past.

They catch light of the moon, giving song and sparkle to this late

night tale.

Here’s the truth, I swear.

Word for word, picking through a pile of

sedimentary emotion

The crackle of fire, the cold in my bones and the pitter patter of rain takes

me back.

Echoes of footfalls crushing fallen leaves, all that’s left of the

yellow wood.

Racing back in time.

Back to where it all started;

the beginning

of the end

We’d set up camp between risk and consequence, reckless in a way that only

youth can know.

Our hearts a cursor, pulsing, eager to forge the story of our

lives.

There was no such thing as a photo without flash, a song without bass,

or too much faith in the future.

Little did we know

What happened over what is felt is of little consequence.

The sheer impact of

remaining impervious to desire.

You to me;

a hem caught by a hook in time.

Inexplicably attached, like the deadweight subscription of newspapers in a

digital world of click stories and shot glass love affairs

The orchestra of our past carries on listlessly.

Erratic, yet somehow segued.

Like time

And all of our choices, embalmed, incubate the senses.

The smell of your skin,

the sound of your breath, the question mark curve in your ear.

Now these seem

hollow, like the nape of your neck.

Where once I touched and felt you

Alas, remember the end?

Outside the Admiral, I inhaled.

I exhaled, reflecting.

I didn’t notice you

arrive.

But you stood there alongside me as the rain fell down.

«I don’t think

this was a good idea,» I said, Lying

You shuffled your weight on both feet and I knew you wanted to say something.

I didn’t let you, and you disappeared like mist, suspended in sight,

betrayed by my grasp.

How I wish I’d run after you and said:

«Hold me like you would a photograph.

From the edges, and lightly.

«Because anything more and I’d be stained;

sullied by the desire of what would

always and inevitably leave me undone

You have been listening to Late Night Tales, music and stories worth staying up

for

Aquí está la verdad.

Exactamente como lo recuerdo.

Y tal vez siendo así,

es inevitablemente deshecho

Aquí cuando la hora es tarde y la botella se ha ido.

Donde los pensamientos como

las constelaciones se enfocan y desenfocan, nada más que recuerdos optimistas;

melancolía acuosa.

La costa se hunde en la oscuridad, traicionando granos de

el pasado.

Atrapan la luz de la luna, dando canto y brillo a este tardío

cuento de noche

Esta es la verdad, lo juro.

Palabra por palabra, rebuscando entre un montón de

emoción sedimentaria

El crepitar del fuego, el frío en mis huesos y el repiqueteo de la lluvia toma

Regresé.

Ecos de pisadas aplastando hojas caídas, todo lo que queda del

madera amarilla.

Retrocediendo en el tiempo.

De vuelta a donde empezó todo;

el principio

del final

Estableceríamos un campamento entre el riesgo y la consecuencia, imprudentes de una manera que solo

la juventud puede saber.

Nuestros corazones un cursor, palpitante, deseoso de forjar la historia de nuestro

vive.

No había tal cosa como una foto sin flash, una canción sin bajo,

o demasiada fe en el futuro.

Poco sabíamos

Lo que pasó sobre lo que se siente es de poca importancia.

El puro impacto de

permaneciendo impermeable al deseo.

Tu a mi;

un dobladillo atrapado por un gancho a tiempo.

Inexplicablemente adjunto, como la suscripción de peso muerto de periódicos en un

mundo digital de historias de clics y aventuras amorosas con vasos de chupito

La orquesta de nuestro pasado continúa apática.

Errático, pero de alguna manera seguido.

como el tiempo

Y todas nuestras elecciones, embalsamadas, incuban los sentidos.

El olor de tu piel,

el sonido de tu respiración, la curva del signo de interrogación en tu oído.

Ahora estos parecen

hueco, como la nuca de tu cuello.

Donde una vez te toqué y te sentí

Ay, ¿recuerdas el final?

Fuera del Almirante, inhalé.

Exhalé, reflexionando.

no te noté

llegar.

Pero te quedaste a mi lado mientras caía la lluvia.

«No creo

esta fue una buena idea- dije, mintiendo

Arrastraste tu peso sobre ambos pies y supe que querías decir algo.

No te dejé, y desapareciste como la niebla, suspendida a la vista,

traicionado por mis garras.

Cómo me gustaría correr detrás de ti y decir:

«Abrázame como si fuera una fotografía.

Desde los bordes, y ligeramente.

«Porque algo más y me mancharía;

mancillado por el deseo de lo que sería

siempre e inevitablemente déjame deshecho

Ha estado escuchando Late Night Tales, música e historias que vale la pena quedarse despierto

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