Burn, Witches, Burn - Darkwoods My Betrothed

«He must be the root of all this misery

The ladies, whores, a Satan’s tool to send us to eternity

Ring, brothers, ring the bells and bring the torches

Let us tie them up to the stake — burn, witches, burn»

Finally the men of the town could point the guilt to someone

Of course it had to be the stranger

Following their wives at night they had found the orgies

Rituals to bring forth the powers of Hell

«How could you our beloved wives

Grant your bodies to be used to do evil

On him we know no mercy, nor can we give you any

Follow us to the hills — burn, witches, burn»

First they surrounded the guest house where the preacher

Was sleeping off the exertions of the night

A cross-shaped pole they drove through his black heart

Sending him to join his master in the pits of Hell

The few women still considered faithful

Were told to stay at home

While the others were being marched to the hills

These women gathered…

The guilty women of the town were taken to the hills

Where huge bonfires were standing

Tied up to the stakes they were — naked to face the god

In tears they cried: «We were possessed!»

«In the name of the holy trinity

Be purified by these flames

We pray for your souls on your way to damnation

For all the evil you have done — burn, witches, burn»

«Él debe ser la raíz de toda esta miseria

Las damas, putas, una herramienta de Satanás para enviarnos a la eternidad

Suenen, hermanos, suenen las campanas y traigan las antorchas

Atémoslos a la hoguera, quemad, brujas, quemad»

Finalmente los hombres del pueblo pudieron señalar la culpa a alguien

Por supuesto que tenía que ser el extraño

Siguiendo a sus esposas por la noche habían encontrado las orgías

Rituales para hacer surgir los poderes del infierno

«¿Cómo pudisteis nuestras amadas esposas

Conceded que vuestros cuerpos sean usados ​​para hacer el mal

De él no conocemos misericordia, ni podemos darte ninguna

Síguenos a las colinas: quema, brujas, quema»

Primero rodearon la casa de huéspedes donde el predicador

Estaba durmiendo los esfuerzos de la noche

Un poste en forma de cruz atravesaron su corazón negro

Enviándolo a unirse a su maestro en los pozos del infierno

Las pocas mujeres que aún se consideraban fieles

Se les dijo que se quedaran en casa

Mientras los otros marchaban hacia las colinas

Estas mujeres reunidas...

Las culpables del pueblo fueron llevadas a los cerros

Donde se erguían enormes hogueras

Atados a las estacas estaban desnudos para hacer frente al dios

Entre lágrimas gritaron: «¡Estábamos poseídos!»

«En nombre de la santísima trinidad

Sé purificado por estas llamas

Oramos por sus almas en su camino a la condenación

Por todo el mal que habéis hecho, quemad, brujas, quemad»