Chaos Rising - Cirith Ungol

The doomed one s fallen armies sound the tolling of the bell,

While sin and death stand silent guard outside the Gates of Hell.

He slowly spreads his leather wings and soars above the land,

He strokes his pointed beard and casts an evil eye toward man.

Unchains the dogs of chaos to complete his evil chore

To make the cringing herd of man his thralls by right of war.

They gorge on fatal fruit, taste of dust and bitter ash,

While fire burns in Heaven and immortal forces clash.

The smell of burning brimstone — lightning flung from golden hands.

To rule without a master is the only dream of man.

As they swap our souls among them and prepare the final feast,

Begin the war eternal — cast aside both God and Beast.

Moving toward the evil song that fate will sadly sing,

How the pride of man has fallen, crowning lust their only king.

Heaven screams in anguish and the world cries out in pain,

Unleash the final terror — man begins his now doomed reign.

Los ejércitos caídos del condenado hacen sonar el tañido de la campana,

Mientras el pecado y la muerte montan guardia silenciosa fuera de las Puertas del Infierno.

Lentamente extiende sus alas de cuero y se eleva sobre la tierra,

Se acaricia la barba puntiaguda y mira mal al hombre.

Desencadena a los perros del caos para completar su malvada tarea.

Para convertir a la manada de hombres en sus esclavos por derecho de guerra.

Se atiborran de frutos fatales, saben a polvo y ceniza amarga,

Mientras el fuego arde en el Cielo y las fuerzas inmortales chocan.

El olor a azufre quemado: relámpagos arrojados por manos doradas.

Gobernar sin amo es el único sueño del hombre.

Mientras intercambian nuestras almas entre ellos y preparan el festín final,

Comience la guerra eterna: deseche tanto a Dios como a la Bestia.

Avanzando hacia la canción malvada que tristemente cantará el destino,

Cómo ha caído la soberbia del hombre, coronando a la lujuria como su único rey.

El cielo grita de angustia y el mundo grita de dolor,

Desata el terror final: el hombre comienza su reinado ahora condenado.