Tales of the Majora Mythos Part 1 - Chthe'ilist

«Into the streaming heavens

Bestial hordes impetuously ascended.»

«A portal was opened in the inverted sky, a gate leading to a realm of

boundless deserts

There, they discovered a dormant evil, sealed away into obscurity»

«Harnessed by wicked men (It's invicible might)

Blasphemous monuments (Of worship)

Bringing forth grimness (Upon their land)

Curse of the ancient ones (Dooming their world)»

Whispers reverberate under the wind, speaking of an omen of brewing doom,

warning those who awakened Majora.

Far beyond the battlements resounds the

howling of a thousand wolves.

Rancorous chants echo in the mountains, «come forth impious legions».

Funeral winds sweep across the land,

as Cimmerian shadows dance in a macabre harmony, under the gleaming blood red

full moon, burning bright.

Seraphic archangels of death, wrathfully descending

in infernal glory, in celebration of the imminence of Majora, harbinger of doom

and misery.

A curtain of darkness spreads over the plains.

Draped in nightfall,

the atramentous sky remains starless.

As the moon seemingly grows larger,

the air thickens with the fumes of death.

From poisonous swamps,

to monolithic mountains, from cerulean oceans to barren dunes of sand,

vile energies emanate from the four corners of the earth, (an aura of)

desolation brooding over Termina.

Inevitably, a mysterious sphere looms above

the cursed landscapes.

Doomed, the Terminians wait in disbelief as the moon is

drawn down upon the earth.

And far beyond the mountains, the stone tower stands

alone as an ominous reminder of their heresy

«A los cielos que fluyen

Hordas bestiales ascendieron impetuosamente.»

«Se abrió un portal en el cielo invertido, una puerta que conducía a un reino de

desiertos ilimitados

Allí, descubrieron un mal latente, sellado en la oscuridad»

«Aprovechado por hombres malvados (Es un poder invencible)

Monumentos blasfemos (De culto)

Trayendo tristeza (Sobre su tierra)

Maldición de los antiguos (Condenando su mundo)»

Susurros reverberan bajo el viento, hablando de un presagio de fatalidad en ciernes,

advirtiendo a los que despertaron a Majora.

Más allá de las almenas resuena el

aullido de mil lobos.

Cánticos rencorosos resuenan en las montañas, «salgan legiones impías».

Vientos fúnebres barren la tierra,

mientras las sombras cimmerias bailan en una armonía macabra, bajo el brillante rojo sangre

luna llena, ardiendo brillante.

Arcángeles seráficos de la muerte, descendiendo con ira

en gloria infernal, en celebración de la inminencia de Majora, presagio de la fatalidad

y miseria

Una cortina de oscuridad se extiende sobre las llanuras.

Envuelto en el anochecer,

el cielo atramentoso permanece sin estrellas.

A medida que la luna aparentemente se hace más grande,

el aire se espesa con los humos de la muerte.

De pantanos venenosos,

a montañas monolíticas, de océanos cerúleos a dunas estériles de arena,

energías viles emanan de los cuatro rincones de la tierra, (un aura de)

la desolación se cernía sobre Termina.

Inevitablemente, una esfera misteriosa se cierne sobre

los paisajes malditos.

Condenados, los habitantes de Terminian esperan con incredulidad mientras la luna se

tirado sobre la tierra.

Y mucho más allá de las montañas, la torre de piedra se encuentra

solo como un ominoso recordatorio de su herejía