Saint Lucy - Catie Curtis

I woke up dreaming in romance languages

Tangled stories by ghost writers

But more like screaming like my eyes in bandages

All around me your flowers

Oh, Saint Lucy

I can’t find the place where I need to be

Oh, Saint Lucy

Lend your eyes, to me

I walk in to the hall, Ms Love’s doing magic tricks

I take a seat in the back by the door

And the next thing I know I am right there in the front row

Trying to crawl inside her smoke and mirrors

Oh, Saint Lucy

I can’t find the place where I need to be

Oh, Saint Lucy

Lend your eyes, to me

My neighbor is digging a well in the backyard

While I stumble around looking for a light upstairs

And I can’t help but wonder if this is all I am good for

If it’s all that I am if it’s my only prayer then

How far tell me, will faith get me

When the well is almost dry

How far tell me, will faith get me

When the well is, well well well

Oh, Saint Lucy

I can’t find the place where I need to be

Oh, Saint Lucy

Lend your eyes, to me

Desperté soñando en lenguas romances

Historias enredadas de escritores fantasma

Pero más como gritar como mis ojos en vendajes

A mi alrededor tus flores

Oh, Santa Lucía

No puedo encontrar el lugar donde necesito estar

Oh, Santa Lucía

prestame tus ojos

Entro al pasillo, la Sra. Love está haciendo trucos de magia.

Tomo asiento en la parte de atrás junto a la puerta

Y lo siguiente que sé es que estoy justo ahí en la primera fila

Tratando de arrastrarse dentro de su humo y espejos

Oh, Santa Lucía

No puedo encontrar el lugar donde necesito estar

Oh, Santa Lucía

prestame tus ojos

Mi vecino está cavando un pozo en el patio trasero

Mientras tropiezo buscando una luz arriba

Y no puedo evitar preguntarme si esto es todo para lo que soy bueno

Si es todo lo que soy, si es mi única oración, entonces

Hasta dónde dime, ¿me alcanzará la fe?

Cuando el pozo está casi seco

Hasta dónde dime, ¿me alcanzará la fe?

Cuando el pozo es, bien bien bien

Oh, Santa Lucía

No puedo encontrar el lugar donde necesito estar

Oh, Santa Lucía

prestame tus ojos