Ordinary Man - Bill Miller

Clyde woke up real early while Edna was still asleep

Got dressed and had some coffee, then found his set of keys

He pulled on his levi jacket, he headed for the door

The kitchen smelled like dinner from the night before

A rumbling exhaust pipe woke Edna from her sleep

She stumbled like a drunkard yelling Clyde you wait for me

But Clyde was going nowhere, just sitting in his truck

Staring with a poker face, like he’d run out of luck

Cause any fool would’ve turned and run

Any fool would’ve walked away

Any fool would’ve given up

But an ordinary man, he chose to stay

Now Edna, she couldn’t say too much, she’d seen that look before

She kept tapping on Clyde’s window, till he opened up the door

Then she put her arms around him, she never said a word

And Clyde turned on the radio and neither of them heard

He said Edna why don’t you hop in, I think I’ll call in sick

There’s three one ways to a dead end street, now you just take your pick

And she pointed to the ballfield and the park where they first kissed

And Clyde grinned like he found something that he had almost missed

They spent that day in freedom, they hung on for many more

Raised up quite a family, they found what love was for

And the aging never slowed them down, they leaned on faith, not luck

Still out taking Sunday drives in Clyde’s old beat up truck

You know Edna, she ain’t no movie star and Clyde’s a little slow

The shopping mall’s replaced the park where they both used to go

But that’s why they’ve both got each other, so they can keep their dreams alive

The simple dreams, the common man, still stand the test of time

Clyde se despertó muy temprano mientras Edna aún dormía.

Se vistió y tomó un poco de café, luego encontró su juego de llaves.

Se puso la chaqueta levi, se dirigió a la puerta

La cocina olía a la cena de la noche anterior.

Un tubo de escape retumbante despertó a Edna de su sueño.

Tropezó como un borracho gritando Clyde espérame

Pero Clyde no iba a ninguna parte, solo estaba sentado en su camioneta.

Mirando con cara de póquer, como si se le hubiera acabado la suerte

Porque cualquier tonto se hubiera dado la vuelta y corrido

Cualquier tonto se hubiera ido

Cualquier tonto se hubiera dado por vencido

Pero un hombre común, eligió quedarse

Ahora Edna, no podía decir mucho, había visto esa mirada antes

Siguió golpeando la ventana de Clyde, hasta que él abrió la puerta.

Luego ella puso sus brazos alrededor de él, ella nunca dijo una palabra

Y Clyde encendió la radio y ninguno de los dos escuchó

Él dijo, Edna, ¿por qué no te subes? Creo que llamaré si estoy enferma.

Hay tres formas de llegar a un callejón sin salida, ahora solo tienes que elegir

Y señaló el campo de béisbol y el parque donde se besaron por primera vez.

Y Clyde sonrió como si hubiera encontrado algo que casi se le escapa.

Pasaron ese día en libertad, aguantaron muchos más

Criaron a toda una familia, encontraron para qué era el amor

Y el envejecimiento nunca los detuvo, se apoyaron en la fe, no en la suerte

Todavía dando paseos los domingos en el viejo camión destartalado de Clyde

Ya conoces a Edna, ella no es una estrella de cine y Clyde es un poco lento

El centro comercial reemplazó al parque donde ambos solían ir.

Pero es por eso que ambos se tienen el uno al otro, para que puedan mantener vivos sus sueños.

Los sueños simples, el hombre común, aún resisten la prueba del tiempo