Many Trails - Bill Miller

A boy heard the voice of the whippoorwill one night

and went out to find where he was singing.

He had to walk quite a ways through a big field, because the

song of the whippoorwill carried so well in the wind he sound much closer then he really was.

And on the way

the boy found a well worn trail, so he stayed on it for a while.

And sitting in the middle of the trail was coyote,

and coyote was singing too.

He turned and saw the

boy and he said Why are you follow me?

The boy

was frightened and said Well the trail you made

happened to be a short and easy way through this

field.

Then coyote asked Well if your not following

me then why are you here?

Well I heard the beautiful

song of the whippoorwill and wanted to watch him

sing.

Well do you not think my songs are beautiful?,

said coyote.

Oh, said the boy, there good but I hear

you all the time.

I much prefer the songs of the

whippoorwill This made coyote furious and he was

jealous of the whippoorwill’s song.

He said Listen to my night song you might like this one And he pulled

back his head and yodeled out a tune.

The boy

covered his ears and politely said, Thank you for the

song, but I must be going now.

Well, coyote said, I can show you a short cut to the whippoorwill boy, and

where he sings is just over there.

Pointing his claw,

smiling out of the side of his mouth.

The boy paused,

looked around, he knew the night was passing fast so he agreed to follow coyote.

But coyote’s trail was

rough and rocky.

And the boy fell in quite a few

gopher holes along the way.

Coyote turned around

and laughed and he yelled to the boy.

Were almost

there, hurry up.

Coyote was at a full trot but the boy

had just fallen again and hurt his knee.

And by the time

he got to the place where the whippoorwill had been

singing all night, it was morning.

Whippoorwill was

gone.

And so was coyote, in fact he could hear

coyote’s songs in another field.

So the boy turned and

headed for home, covered with burrs, misq bites and a skinned up knee.

And it was many summers later

when the boy became a wiser man.

And he realized,

there are no shortcuts to find something you really

love.

But there are many trails in this life.

So you must

stay true to your path, and always keep and eye out

for coyote.

Un niño escuchó la voz del chotacabras una noche

y salió a buscar dónde estaba cantando.

Tuvo que caminar bastante a travs de un campo grande, porque el

el canto del chotacabras se llevaba tan bien con el viento que sonaba mucho más cerca de lo que realmente estaba.

Y en el camino

el niño encontró un sendero muy usado, por lo que se quedó en él por un tiempo.

Y sentado en medio del sendero estaba el coyote,

y el coyote también cantaba.

Se volvió y vio el

niño y me dijo ¿Por qué me sigues?

El chico

se asusto y dijo bueno el rastro que hiciste

pasó a ser un camino corto y fácil a través de este

campo.

Entonces el coyote preguntó Bueno, si no estás siguiendo

yo entonces ¿por qué estás aquí?

Bueno, escuché la hermosa

canto del chotacabras y quería verlo

cantar.

pues no te parecen hermosas mis canciones?,

dijo el coyote.

Ay, dijo el niño, ahí bueno pero escucho

tu todo el tiempo

Prefiero mucho más las canciones de los

chotacabras Esto enfureció al coyote y fue

celoso de la canción del chotacabras.

Dijo Escucha mi canción de la noche te puede gustar esta Y tiró

echó la cabeza hacia atrás y cantó una melodía.

El chico

se tapó los oídos y cortésmente dijo: Gracias por la

canción, pero debo irme ahora.

Bueno, dijo el coyote, puedo mostrarte un atajo al chico chotacabras, y

donde canta es justo por allá.

Apuntando su garra,

sonriendo por un lado de su boca.

El chico hizo una pausa,

miró a su alrededor, sabía que la noche pasaba rápido, así que accedió a seguir al coyote.

Pero el rastro del coyote fue

áspero y rocoso.

Y el niño se cayó en bastantes

agujeros de gopher en el camino.

coyote se dio la vuelta

y se reía y le gritaba al niño.

eran casi

ahí, date prisa.

Coyote iba a todo trote pero el niño

acababa de volver a caer y se lastimó la rodilla.

Y por el tiempo

llegó al lugar donde había estado el chotacabras

cantando toda la noche, era de mañana.

Whippoorwill era

ido.

Y también lo era el coyote, de hecho podía oír

cantos de coyote en otro campo.

Así que el niño se volvió y

se dirigió a casa, cubierto de rebabas, mordeduras de misq y una rodilla despellejada.

Y fue muchos veranos después

cuando el niño se convirtió en un hombre más sabio.

Y se dio cuenta,

no hay atajos para encontrar algo que realmente

amar.

Pero hay muchos senderos en esta vida.

Así que debes

manténgase fiel a su camino y siempre esté atento

para coyotes.