The Touch Of The Master's Hand - Bill Anderson

'Twas battered and scared and the auctioneer thought it hardly worth his while

To waste much time on the ol' violin but he held it up with a smile

«What am I offered good folks?»

he cried

«Who will start the bidding for me?

A dollar, one dollar, two, only two

Two dollars who will make it three

Three dollars once three dollars twice going for three

But, no from the back of the room a gray haired man came forward

And gently picked up the bow

And then wiping the dust from the ol' violin tuning the loose strings

He played a melody as pure and sweet as the caroling angel’s sing

The music stopped and the auctioneer with a voice quiet and low said

«Now what am I bid for the ol' violin?»

he held it up with the bow

A thousand dollars, who will make it two

Two thousand who will make it three

Three thousand once, Three thousand twice and going going and gone

The people cheered, but some of them cried

«We don’t understand what changed its worth?»

Then someone replied, «The touch of the master’s hand.»

So many a man with life out of tune much like the ol' violin

But the Master comes and a change is brought

By the touch of the Master’s Hand by the touch of the Master’s Hand

Estaba maltratado y asustado y el subastador pensó que apenas valía la pena.

Perder mucho tiempo con el viejo violín, pero lo sostuvo con una sonrisa.

«¿Qué me ofrecen buenos amigos?»

gritó

«¿Quién comenzará la puja por mí?

Un dolar, un dolar, dos, solo dos

Dos dólares que lo harán tres

Tres dólares una vez tres dólares dos veces por tres

Pero, no, desde el fondo de la habitación, un hombre de cabello gris se adelantó.

Y recogió suavemente el arco

Y luego limpiando el polvo del viejo violín afinando las cuerdas sueltas

Tocó una melodía tan pura y dulce como el canto del ángel cantor.

La música se detuvo y el subastador con voz tranquila y baja dijo

«Ahora, ¿cuánto ofrezco por el viejo violín?»

lo sostuvo con el arco

Mil dólares, quién los hará dos

Dos mil que harán tres

Tres mil una vez, Tres mil dos veces y va va y va

La gente vitoreaba, pero algunos lloraban

«¿No entendemos qué cambió su valor?»

Entonces alguien respondió: «El toque de la mano del maestro».

Tantos hombres con vidas desafinadas como el viejo violín

Pero el Maestro viene y se trae un cambio

Por el toque de la Mano del Maestro Por el toque de la Mano del Maestro