The Howler: An English Breakfast (Chapter 1, Part 1) - Pigface

You might recall we left Barbara dripping on the floor

This was her favorite way to freak out important visitors, especially foreign

diplomats, who were already so intimidated by the instructions in etiquette

they had received from The Demon Ping that they were quite terrified of making

a social mistake

Yes, on a good day, Barbara could actually make quite a splash on the Royal

tiles so to speak.

Mind you, sometimes that nasty little Greek, the Howler,

would spoil her triumph and scurry across the floor licking up her juices

whilst making a totally unnecessary slurping and sucking noise just for added

effect, and extra attention of course

Foul little man.

Why on earth was MacQueen still with him?

God knows what THEY

got up to in private, wherever that was.

«Whip Me!»

indeed.

She’d like to

fuckin' whip him.

Little turd.

He’d soon take off that stupid sign

Her thoughts drifted for a moment.

Away from the dwarf’s cock, away from the

Howler, back to those earlier, more innocent parties that Feelin' Bored used to

organize for everyone.

No, that was crap.

Just straight sex, titillation and

whores.

They’d all become connoisseurs since then.

Only the silly «Whip Me»

sign remained as a witness to those appetites.

Maybe, after all,

the Howler had it right.

Maybe it was okay to keep a symbol of how it began,

a relic that contained all the energy ever released and satiated since then.

Shit!

What a lot of filth they’d managed to enjoy

Being descended from God and above the law sure made pleasure perfect

«Cap orve tay, Babs?»

asked MacQueen

«Oh most certainly, of course, not too much cream, just one sugar please.»

MacQueen motioned to one of the mosquitoes, as they all called the servants

«You know Babs, I really love it here.

These spring mornings.

The smell of the

grass as the overnight dew evaporates.

The mist hanging around the edges of the

fields like poison gas.

The grey sky before it gets warm.

Especially if it’s

rained during the night.

D’you know, I even start to like the dawn chorus and

that terrible cockerel over by the stables.

I wonder how many eggs he’s

fertilized…»

MacQueen’s voice trailed off.

Being fucked by pregnant teenagers wielding

hand-carved bone dildos was her favorite fetish.

BY now she’d had so many her

labia were callused and hard, Though she liked to joke it was through horse

riding.

Whore riding more like!

The Demon Ping returned.

How did he do that, wondered the Howler,

how did he manage to always sound like a roulette wheel as the ball settled

into a slot?

«May I, Ma’am?»

Ping leaned over Barbara’s left shoulder gracefully.

With a surprising sense of purpose, and a great deal of mysterious sensuality,

he tumbled the most delicious and juicy looking strawberries into her cereal

bowl without splashing a single drop of cream.

One by one he added the berries,

and each time, by some extraordinary erotic association, Barbara gasped,

clenching and opening her slim legs in spasms.

Her silk bathrobe fell open,

so lightly tied at the waist was it, to reveal a symmetrical cluster of

vesicular and bulbous lesions.

A small, clear trail of viscous fluid was

running from her swollen vagina onto the purple velvet seat

«Eh'll hev som of thet wane you’ve feneshed op thare, Ping.»

said MacQueen.

«End be queck about et.

Eh don’t want them too go orff.

Those are thee

strawberries grown in Sourth Americon nightsoil, aren’t thay?»

«Of course, Ma’am.

Of course to both questions, Ma’am,» replied Ping

He had chosen control and dispassion as his path to perfection so long ago.

For huge segments of time he had persisted, an entity believing so completely

in itself that it became almost real.

But entities can only do so much on their

own you see.

They can approximate form, and seem to matter.

They can even set

themselves up as strange attractors outside earthly time and space.

That is how they get nourishment and density.

But to manifest as beings with a

form and purpose all of their own, able to co-exist with a planetary species,

they need directed desire.

They require fixated individuals, whose urges to

infinite, limitless pleasure redefine hedonism.

They must be invoked;

assembled orgasm by orgasm;

transgression by transgression;

unspeakable dream

by unspeakable dream;

insatiable sexual disgrace by insatiable sexual disgrace.

Until, as remorse and regret become laughably atrophied, and in an accelerated

kaleidoscope of fractured images and loops of meaning, all is flattened.

Meaning is ruptured, and only irreversible terror is left

There is a sound that accompanies this.

Once this noise begins, nothing,

nothing at all can stop it

The sound of several galactic histories passing immeasurably fast,

as such an entity finds planetary form, is a sound not dissimilar to the sound

of a roulette wheel slowing down until the steel ball is able to drop into its

apparently random spot.

At such times are the fates and futures of more mundane

creatures decided irrevocably, in a rush of fear and excitement

Ping was born out of risk and ennui, out of irresponsibility and fixated

sexuality, out of a most considered form of reckless behavior, out of this

appalling sound.

Once this noise begins, nothing, nothing at all can ever stop

it

Recklessness being the most appealing human emotion to those such as Ping

Tal vez recuerdes que dejamos a Barbara chorreando en el suelo

Esta era su forma favorita de asustar a los visitantes importantes, especialmente a los extranjeros.

diplomáticos, que ya estaban tan intimidados por las instrucciones de etiqueta

habían recibido de The Demon Ping que estaban bastante aterrorizados de hacer

un error social

Sí, en un buen día, Barbara podría causar un gran revuelo en el Royal

azulejos, por así decirlo.

Eso sí, a veces ese pequeño griego desagradable, el Aullador,

estropearía su triunfo y correría por el suelo lamiendo sus jugos

mientras hace un ruido de sorber y chupar totalmente innecesario solo para agregar

efecto y atención extra, por supuesto

Hombrecito asqueroso.

¿Por qué demonios MacQueen seguía con él?

Dios sabe lo que ELLOS

se levantaba en privado, dondequiera que fuera.

«¡Azotame!»

Por supuesto.

a ella le gustaría

maldito azotarlo.

Pequeño tuerto.

Pronto se quitaría ese estúpido cartel

Sus pensamientos vagaron por un momento.

Lejos de la polla del enano, lejos de la

Howler, de vuelta a las fiestas anteriores más inocentes que Feelin' Bored solía

organizar para todos.

No, eso fue una mierda.

Solo sexo heterosexual, excitación y

putas

Todos se habían convertido en conocedores desde entonces.

Solo el tonto «Azotame»

signo quedó como testigo de esos apetitos.

Tal vez, después de todo,

el Aullador tenía razón.

Tal vez estuvo bien mantener un símbolo de cómo comenzó,

una reliquia que contenía toda la energía jamás liberada y saciada desde entonces.

¡Mierda!

¡Cuánta inmundicia habían logrado disfrutar!

Ser descendiente de Dios y por encima de la ley hizo que el placer fuera perfecto

«¿Cap orve tay, Babs?»

preguntó MacQueen

«Oh, sin duda, por supuesto, no demasiada crema, solo un azúcar, por favor».

MacQueen hizo un gesto a uno de los mosquitos, mientras todos llamaban a los sirvientes

«Sabes, Babs, realmente me encanta estar aquí.

Estas mañanas de primavera.

El olor de la

hierba a medida que se evapora el rocío de la noche.

La niebla colgando alrededor de los bordes de la

campos como gas venenoso.

El cielo gris antes de que se caliente.

Especialmente si es

llovió durante la noche.

Sabes, incluso me empieza a gustar el coro del amanecer y

ese terrible gallo de los establos.

me pregunto cuantos huevos tiene

fecundado…"

La voz de MacQueen se apagó.

siendo follada por adolescentes embarazadas empuñando

Los consoladores de hueso tallados a mano eran su fetiche favorito.

POR ahora ella había tenido tantos

los labios eran callosos y duros, aunque le gustaba bromear, era a través del caballo

montando.

puta a caballo más como!

El Demonio Ping regresó.

¿Cómo hizo eso?, se preguntó el Aullador.

¿Cómo se las arreglaba para sonar siempre como una rueda de ruleta cuando la bola se asentaba?

en una ranura?

«¿Puedo, señora?»

Ping se inclinó con gracia sobre el hombro izquierdo de Barbara.

Con un sorprendente sentido de propósito y una gran dosis de misteriosa sensualidad,

él tiró las fresas más deliciosas y jugosas en su cereal

bol sin salpicar ni una sola gota de nata.

Una por una fue agregando las bayas,

y cada vez, por alguna asociación erótica extraordinaria, Barbara jadeaba,

apretando y abriendo sus piernas delgadas en espasmos.

Su bata de seda se abrió,

tan ligeramente atado a la cintura estaba, para revelar un grupo simétrico de

lesiones vesiculares y bulbosas.

Un rastro pequeño y claro de fluido viscoso fue

corriendo desde su vagina hinchada hacia el asiento de terciopelo morado

"Eh va a haber algo de eso que has perdido op thare, Ping".

dijo MacQueen.

«Fin ser queck sobre et.

Eh no quiero que ellos también se vayan.

esos son ustedes

fresas cultivadas en el suelo nocturno de South Americon, ¿no es así?

«Por supuesto, señora.

Por supuesto a ambas preguntas, señora”, respondió Ping.

Había elegido el control y el desapasionamiento como su camino hacia la perfección hace mucho tiempo.

Durante enormes segmentos de tiempo había persistido, una entidad que creía tan completamente

en sí mismo que se volvió casi real.

Pero las entidades solo pueden hacer mucho en su

propio ya ves.

Pueden aproximarse a la forma y parecen importar.

Incluso pueden establecer

a sí mismos como atractores extraños fuera del tiempo y el espacio terrenales.

Así es como obtienen nutrición y densidad.

Pero para manifestarse como seres con un

forma y propósito propios, capaces de coexistir con una especie planetaria,

necesitan deseo dirigido.

Requieren individuos fijos, cuyos impulsos de

el placer infinito e ilimitado redefine el hedonismo.

Deben ser invocados;

orgasmo ensamblado por orgasmo;

transgresión por transgresión;

sueño indescriptible

por sueño inefable;

desgracia sexual insaciable por desgracia sexual insaciable.

Hasta que, a medida que el remordimiento y el arrepentimiento se atrofian ridículamente, y en un acelerado

caleidoscopio de imágenes fracturadas y bucles de significado, todo se aplana.

Se rompe el sentido y solo queda el terror irreversible

Hay un sonido que acompaña esto.

Una vez que comienza este ruido, nada,

nada en absoluto puede detenerlo

El sonido de varias historias galácticas pasando inconmensurablemente rápido,

como tal entidad encuentra forma planetaria, es un sonido no muy diferente al sonido

de una rueda de ruleta que se desacelera hasta que la bola de acero es capaz de caer en su

lugar aparentemente al azar.

En esos momentos son los destinos y los futuros de los más mundanos

criaturas decididas irrevocablemente, en una oleada de miedo y excitación

Ping nació del riesgo y el hastío, de la irresponsabilidad y la obsesión

sexualidad, de una forma muy considerada de comportamiento imprudente, de esta

sonido espantoso.

Una vez que comienza este ruido, nada, nada en absoluto puede detenerse

eso

La imprudencia es la emoción humana más atractiva para personas como Ping