The Death We Owe - Kingdom of Sorrow

I’ve cut the wings deep to the bone

I see the hourglass below

I hear them coming down the road

The cover of midnight has me cold

The cloaked stranger waits for no one

Pleas are just wasted words

Shadows dance to the symphony of the souls beneath the earth

Harmed by desire, warned each time to stray from the cold

Plagued by the time you still see slipping into nothing

Second chances are false hopes before the hangman’s rope

A sight you’ll never want to know, the face of the death we owe

No one is ever exempt from the death we owe

No one is ever exempt from the death we owe

Here, second chances are false hope

See the silhouette of the hangman’s rope

It’s a place that you’ll never want to know

Everyone has to face the death we owe

Harmed by desire, warned each time to stray from the cold

Plagued by the time you still see slipping into nothing

Just one death we owe, from which no one’s exempt

And when that force takes hold, at least you’ll be on you own

He cortado las alas hasta el hueso

Veo el reloj de arena a continuación.

Los escucho venir por el camino

La portada de medianoche me tiene frio

El extraño encapuchado no espera a nadie

Las súplicas son solo palabras desperdiciadas

Las sombras bailan con la sinfonía de las almas debajo de la tierra

Dañado por el deseo, advertido cada vez que se aleje del frío

Plagado por el tiempo que todavía ves deslizándose en la nada

Las segundas oportunidades son falsas esperanzas ante la cuerda del verdugo

Una vista que nunca querrás conocer, el rostro de la muerte que debemos

Nadie está nunca exento de la muerte que debemos

Nadie está nunca exento de la muerte que debemos

Aquí, las segundas oportunidades son falsas esperanzas

Ver la silueta de la cuerda del verdugo

Es un lugar que nunca querrás conocer

Todos tenemos que enfrentar la muerte que debemos

Dañado por el deseo, advertido cada vez que se aleje del frío

Plagado por el tiempo que todavía ves deslizándose en la nada

Solo una muerte que debemos, de la que nadie está exento

Y cuando esa fuerza se afiance, al menos estarás solo